El pasado viernes, dentro de las actividades de Feria Internacional del Libro Benito Juárez 2013, se presentó Cuando el amor quiebra la razón, de Rubén López Córdoba, quien aseguró que en México el proceso de duelo causado por la muerte aún se ve como un tabú.

El autor consideró: Aun cuando le hacemos fiesta y culto a la muerte, es un tema tabú en nuestra sociedad. Todavía no nos atrevemos a hablar de manera más espontánea sobre el proceso de la muerte. La gente prefiere enmascarar el sufrimiento. Emerge nuestro egoísmo por no sufrir y no escuchamos a las personas que se están despidiendo; como cuando, por ejemplo, alguien manifiesta cómo desea que sea su funeral y quienes lo escuchan prefieren callarlo y decirle eso no sucederá.

López Córdoba reveló que ha reflexionado sobre cómo los mexicanos abordan la muerte. En su casa, dijo, celebramos festivamente el Día de Muertos, la abordamos no con tristeza, no con una fiesta en la que nos llenemos de lágrimas, nosotros optamos por la alternativa de poder honrar con gusto y alegría el recuerdo de esas personas que físicamente ya partieron porque mental y espiritualmente siguen en nuestros corazones.

Desarrollo de rituales

Comentó que cuando murió su esposa, su hijo Maximiliano le preguntó: “¿Por qué no lloras, ya no extrañas a mamá, ya no la quieres? En ese momento me di cuenta de que una de las cosas que hacemos los dolientes, sobre todo al inicio de un proceso de duelo, es desarrollar rituales, rutinas en las cuales nosotros podemos enredarnos en el dolor. Incluso podemos caer en las adicciones.

La adicción que desarrollé fue la tristeza. En donde más encontré cobijo fue en el dolor, lucraba con el dolor, y en nuestra cultura eso permea mucho. Si escuchamos y leemos parte de nuestra cultura, ella está orientada a regodearnos en el dolor. Y lo que yo he hecho, a través del libro, es precisamente descubrir la otra parte, la más positiva y también la más difícil, porque seguramente hubiera sido más aceptado socialmente si me hubiera deprimido o hubiera recaído, pero opté por agarrar a Max de la mano y reconstruir nuestra vida.

A pregunta expresa sobre el tema de desarrollar adicciones durante el proceso de duelo, específicamente la adicción a la tristeza, señaló que lo que sucede es que la adicción al dolor es deliciosa. Posterior al confort o a la contención, viene el disfrute o el placer del sufrimiento.

Como ejemplo mencionó: cuando vas a una comida familiar el fin de semana se comienza a beber, luego viene el ritual del llanto y terminas en un bar, una fiesta o un antro, tratando de sacar, entre comillas, tu dolor. Cuando en realidad es posponer la aceptación de lo que estás viviendo.

Cuando el amor quiebra la razón engloba, y de ahí proviene el título, dejar de lado los prejuicios que como sociedad tenemos sobre este tema, sostuvo.

Su aportación, comentó, es hacerlo desde el punto de vista del ser varón, porque en nuestra sociedad a los hombres se nos ha educado para no sentir, para no sufrir, para no externar nuestras emociones.

López Córdoba considera que cuando uno toma conciencia sobre la muerte, es cuando más valora la vida. Por ello, invito a los lectores a reflexionar, a dejar de lado los prejuicios en torno a la muerte, a pensar menos y sentir más.

Respecto al génesis del libro, el escritor reveló: Hace aproximadamente tres años y medio enviudé y, después de una serie de circunstancias que plasmo en estas páginas, encontré, por un lado, la catarsis que puede obtener un ser humano al escribir su sufrimiento. También fui encontrando y descubriendo que el tema de la muerte está poco explorado en nuestro país... el libro es la recopilación de una serie de sensaciones, de pensamientos, de sentires de un proceso de duelo. Fui dándole forma a estas primeramente cartas que le escribí a mi hijo Maximiliano sobre la toma de decisiones que yo tenía que acometer en esas primeras semanas.

El autor adelantó que tiene listo su segundo libro, que es la continuación de éste y llevará por título Amor con sabor a chocolate. Contiene su reflexiones acerca de lo controversial que es la reconstrucción de la vida de una persona después de la pérdida del cónyuge.