Domingo 3 de noviembre de 2013, p. 18
Río de Janeiro. Decenas de personas marcharon en una favela de esta ciudad brasileña en el Día de los Fieles Difuntos para llevar a cabo el entierro simbólico de Amarildo de Souza, un albañil que supuestamente falleció tras haber sido secuestrado por la policía. Familiares, amigos y seguidores subieron a la Rocinha –la mayor favela de Río– hasta alcanzar la estación de policía situada en lo alto de la colina donde De Souza fue visto por última vez el pasado mes de julio, y de forma simbólica enterraron su efigie. La desaparición de De Souza ha desatado protestas de los residentes, quienes exigen a las autoridades una explicación sobre qué ocurrió al trabajador. Su cuerpo todavía no ha sido encontrado, pero 25 miembros de una unidad de pacificación de la policía local fueron arrestados recientemente por su participación en la tortura y asesinato de De Souza, y por tratar de inculpar a los narcotraficantes. Con máscaras, los manifestantes solicitaron que la policía devuelva el cuerpo del albañil. ¿Por qué miembros de la policía han sido encarcelados pero hasta ahora el cuerpo de mi marido, o al menos sus restos, no ha sido devuelto, de forma que lo podamos enterrar adecuadamente?
, cuestionó la esposa de De Souza, Elizabeth Gomes, a la oficial Agencia Brasil. Gomes prometió continuar su lucha hasta que el cuerpo sea devuelto a la familia.