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Nosotros ya no somos los mismos

Doble discriminación

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El triunfo de Paloma Noyola (primer lugar nacional en la prueba Enlace) exhibe calidades personales de excepción: biológicas, intelectuales, emocionales. Ella es racional, inteligente, lúcida, talentosa. Tiene un sentido objetivo de su ubicación en el mundo de asco que le tocó vivir, y no se amilana ni se arredra, embateFoto tomada de Internet
E

n la pasada columneta nos referimos a uno de los sectores sociales eufemísticamente calificados como vulnerables. Con precisión deberíamos decir, vulnerables di’a madre: son niños y son indígenas. O séase, los pobres de los pobres. Ahora, sin salir del círculo de la marginación y el estigma discriminatorio, hablemos de otra parte importantísima y numerosa de este hermoso, entrañable y trágico rompecabezas que es nuestro país: mujeres, niñas y de clases humildísimas. Hagámoslo con el coraje inevitable de siempre pero, por esta vez, también transpirando ufanía y, con actitud abiertamente fachendosa y desbordante de admiración y cariño para Paloma Noyola, niña de 12 años que sobrevive en los andurriales que circundan la fronteriza ciudad de Matamoros. Ustedes pueden imaginar las características del tugurio que comparte con su madre, Guadalupe Martínez, y sus hermanas, nada más por el nombre del lugar en que está ubicado: El Basural. (Nada que pedir a las locaciones escogidas por Ismael Rodríguez, De Sica o Ettore Scola, premio al mejor director en Cannes 1976, para la realización de sus creaciones: El hombre de papel, Milagro en Milán y Feos, sucios y malos, respectivamente.) A este lugar llegó la familia de Paloma y aquí, su padre, antes de tener la fortuna de encontrar trabajo en el campo, fue un pepenador, un hombre de la basura. La hazaña de Paloma ha sido dada a conocer por todos los medios informativos: fue la noticia, el trending tropic de hace unos días y, como es costumbre, comienza ya, paulatinamente, a desparecer del interés colectivo. Antes de que suceda del todo, señalemos algunos importantes puntos: el triunfo de Paloma exhibe calidades personales de excepción: biológicas, intelectuales, emocionales. Ella es racional, inteligente, lúcida, talentosa. Tiene un sentido objetivo de su ubicación en el mundo de asco que le tocó vivir, y no se amilana ni se arredra, embate. Así ganó el primer lugar nacional en la prueba Enlace, en la materia de matemáticas. Reconocidos sus méritos personales y, por supuesto, las limitaciones y carencias superadas, reconozcamos a quienes coadyuvaron al acontecimiento que celebramos: el padre, fallecido, cuyo comportamiento diario influyó, innegablemente, en saberes, hábitos, conductas. La hermana, cuyo nombre lamento no conocer. La madre, integrante de la inmensa cofradía de mujeres jefas de sus hogares y responsables de su existencia. El director de la escuela José Urbina López, profesor Pedro Lara, donde Paloma cursó su primaria y, de manera especialísima, el maestro Sergio Juárez Correa, de 31 años, que seguramente no forma parte del equipo de equitación del SNTE (o sea que la charrería no es lo suyo), quien ha sido el espíritu que generó este proyecto formador de adolescentes que, afortunadamente, no se agota en el prodigio de una niña genio, sino que se extiende ya, de manera prodigiosa, por el inmenso erial en que habita el pobrerío fronterizo. Muchos de los compañeritos de Paloma mejoraron notablemente sus promedios de aprendizaje, de un año a otro, y en escuelas enclavadas en los territorios de la jodencia, como la colonia Campestre del Río, los hijos de obreros (más bien dicho, obreras), existen escuelas como la Guadalupe Cavazos de Rosales, cuyos alumnos ostentan registros académicos que superan a los querubines que trastornan al doctor Dellamary. Una preocupación empaña mi contento: ¿Qué sucederá pasada la euforia? Dentro de seis años Paloma llegará a la mayoría de edad y, si sus estudios continúan normalmente, estará ingresando a una carrera universitaria, pero, ¿en qué condiciones? Si los estímulos a que se hecho acreedora no se formalizan y se establecen institucionalmente, su hazaña de 2013 será tan sólo un diploma colgado en el cuchitril que habita y un manojo de periódicos amarillentos guardados en una caja de cartón. ¿Trabajará en una maquiladora, será una migrante o se habrá desplomado de tal manera que la encontremos flotando en la vacuidad y la estulticia de Mexican top model 2019? Por lo pronto ya han comenzado a rodearla graves asechanzas. Leí del oportunismo rampante de la señora Bozzo, quien invitó a Paloma a una de las pistas de su circo. ¿Y la Liga de la decencia, La Mitra, la Cruz Roja, el Imjuve, Las damas vicentinas y todos los organismos oficiales y privados de protección a la juventud, cómo lo permitieron? El futuro del profesor Juárez Correa es menos angustiante: por muy mal que le vaya, puede ser invitado a incorporarse a la enseñanza en alguna de las múltiples instituciones públicas o privadas del condado de Cameron, y aunque la zona Brownsville-Harlingen fue considerada en 2012 como la más pobre de Estados Unidos. (Información de Notimex. 30/10/13.) El salario promedio de los pobres del otro lado se calcula en 2 mil 583 retratitos de don George Washington al mes (billete de un dólar). A la cotización en el momento que esto se escribe: 33 mil 579 pesos, es decir: la décima parte del honorable salario de un ministro de la Suprema Corte: 333 mil 284, pesos, y el doble del sueldo promedio de un profesor de primaria).

A otras 15 niñas quisiera referirme. Catorce de ellas son de Puebla, San Pedro Cholula, Tehuacán, San Martín Texmelucan y una más de Tlaxcala. Esta parvada de mozalbetas se permitió, como los minitriquis oaxaqueños, darle otra planchada a los representantes de siete países reunidos en Argentina (que ya quedamos que no es un continente, gobernador Cué), pues se levantaron el triunfo en todos los partidos en los que participaron. Ahora sí será fácil acomodar a los ches papás de los argentiniños en la cajuela de un Volkswagen: están desinflados. Dentro de los equipos a los que victoriosamente se enfrentaron las poblanitas está el Club Pinochos. Esta es una buena experiencia para las niñas, pues los pinochos van a aparecer en sus vidas con tal asiduidad que inevitablemente los datos del Registro Nacional de Población quedarán en evidencia. Me encantó el sentido del humor y de gratitud de las niñas. ¿Saben ustedes que el equipo se llama Las Bayonetas? (con razón los pinochos recularon). Pero, ¿saben por qué? Su entrenador es Eugenio García Bayón… y ellas las Bayón…etitas. Quiero aclarar que a mí lo que más me entusiasma no es su triunfo deportivo, que tiene su valor, y mucho. Pienso en los rechazos, malos tratos, enfrentamientos, críticas que posiblemente tuvieron que enfrentar tal vez desde del núcleo familiar, la escuela o el barrio para decidirse a formar el equipo, entrenar, viajar y coronarse. ¡Muchachas marotas, éstas! Les recriminarían doña Emeteria y la bola de viejas rezanderas y reprimidas que aún espantan en muchos de nuestros pueblos (y partidos políticos), por su reprobable decisión de vestir impúdicos pantaloncillos y realizar actividades no propias de una señorita, es decir, jugar basquetbol. Peligrosa actividad, exclusiva de quienes no corren el peligro de que Satán se cobre la audacia de encestar un balón, con la pérdida de una membranita celestial que es como el password de su virginidad. Por su arrojo, disciplina, empeño y evidentes cualidades físicas y mentales, ¡un solidario y cariñosísimo abrazo! Bayonetitas pero, no lo olviden: hay otras muchas contiendas en las que ustedes serán imprescindibles. Mi lista de mexicanos no se agota, pero resulta que revisando papeles me topé con los siguientes viejos datos de Bk Guitián y Raúl Fernández:

“Mujeres y niñas constituyen la mitad de la población mundial; representan una tercera parte de la fuerza de trabajo registrada oficialmente, y trabajan casi las dos terceras partes de las horas laborales. Reciben, sin embargo, solamente una décima parte de los ingresos mundiales y poseen menos de una centésima parte de la propiedad en el orbe.

“Donde hay pobreza, las mujeres son las más afectadas. Donde existe algún tipo de prejuicio, las más discriminadas. Nacer de sexo femenino reduce las posibilidades para el desarrollo personal, el disfrute de las libertades, las responsabilidades y los privilegios existentes. La precaria situación económica de la mujer es uno de los aspectos que caracterizan un orden socioeconómico injusto que también impone y perpetua valores tales como la superioridad de una raza sobre otra, de una potencia hegemónica sobre países periféricos y del capital sobre el trabajo.

Seguimos sin entender que la falta de participación plena de la mujer en cualquier actividad humana representa la subutilización de un 50 por ciento de la población y una pérdida inapreciable para la sociedad en su conjunto.

Por desgracia para el homo sapiens, estoy convencido que, a dos décadas, estas notas siguen siendo vergonzantemente válidas.

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