Se registran en la ciudad de México 70 por ciento de los embarazos no planeados, en comparación con el 45 por ciento detectado en Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde se localizan los municipios más pobres del país, asienta el estudio Embarazo no planeado y aborto inducido en México, realizado por Fátima Juárez, del Colegio de México, y Susheela Singh, del Instituto Guttmacher.

De acuerdo con el estudio, presentado en conferencia de prensa, en el país ocurren más de un millón de abortos anuales y muchos son realizados clandestinamente debido a que la interrupción del embarazo es altamente restringida; sólo está permitido si el embarazo es producto de una violación; en 25 estados puede interrumpirse para salvar la vida de la embarazada, en 12 entidades se permite cuando pone en riesgo la vida, y en 13 procede en caso de anomalías fetales.

Las restricciones no evitan que ocurran abortos, asentó Fátima Juárez. El mayor número se da en mujeres de entre 15 y 24 años, mientras 4 millones están en riesgo de embarazo no planeado.

“Tienen una vida sexual activa y desean evitar la concepción, pero no están usando un método anticonceptivo moderno, por lo que los programas de planificación familiar deben ser mejorados para garantizar –particularmente a las adolescentes y jóvenes– un fácil acceso a la consejería y a la gama de opciones de métodos anticonceptivos que necesitan”.

Agregó, asimismo, que más de un tercio de las mujeres que tuvieron un aborto clandestino experimentaron complicaciones y se estima que 25 por ciento de ellas no recibieron la atención que necesitaban.

Hay que promover la cultura de la educación sexual: Afluentes

En la presentación, Gabriela Rodríguez, directora de Afluentes, organización que promueve la cultura de la educación sexual, comentó que por el freno que impusieron los gobiernos del PAN a las campañas de educación sexual, principalmente dirigido a adolescentes y jóvenes, en el país aumentó el número de embarazos no deseados y proliferaron los abortos clandestinos.

Destacó que por tratarse de un tema de salud pública, se requiere la voluntad política de Estado para difundir mediante los libros de texto una educación sexual con enfoque de género e informar a la población que tiene derechos sexuales y reproductivos.

Carlos Arturo Campos Nava, coordinador del proyecto Reducción de riesgos y daños e interrupción legal del embarazo en MexFam, comentó que la sociedad debe sacar el tema de la sexualidad del silencio y la invisibilidad, dejar de imponer atavismos de hace 50 años, así como realizar cambios profundos en los servicios de salud, los cuales deben ser más cercanos a los adolescentes.