Hay riesgo para población y visitantes por la caída de rocas
Ha extraído piedra caliza durante 50 años; demandan su clausura
Martes 5 de noviembre de 2013, p. 34
Tras 50 años de extraer piedra caliza en el parque nacional Cañón del Sumidero, la empresa Cales y morteros del Grijalva ha ocasionado un severo impacto ambiental en el lugar, por lo que los habitantes de la zona demandan la clausura de esta compañía porque, señalan, ha fracturado una pared del área protegida y pone en riesgo a la población de las riberas y al turismo.
Un estudio del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizado a petición de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), advierte que hay riesgo para la población y los visitantes por la caída de rocas al fondo del cañón.
En una campaña de recolección de firmas por Internet para demandar la salida de la empresa, el movimiento Salvemos al Cañón del Sumidero recordó que el sitio es Patrimonio Natural de la Humanidad y forma parte del Corredor Biológico El Ocote-Cañón Sumidero, Chiapas, y su protección y conservación garantizan la funcionalidad de los vínculos ecológicos y la dispersión genética natural.
Explicó que la empresa se dedica al procesamiento de piedra caliza, recurso no renovable, y utiliza dinamita para su extracción, lo cual ha provocado daños irreversibles a la salud y al medio ambiente, ha fracturado la pared oriente del parque nacional, afectando las casas de los pueblos aledaños y el puente internacional Belisario Domínguez.
Con todo esto, agregó el movimiento, los habitantes de los poblados que se encuentran en la zona, que se estiman en 2 mil, están en riesgo. Señaló que se trata de una compañía altamente contaminadora e irresponsable para con el medio ambiente y sus trabajadores, se ha apropiado y usado una zona propiedad del pueblo bajo la responsabilidad de la Federación
.
Demandó la clausura de las operaciones de la empresa; indemnización a niños y adultos que hoy se encuentran enfermos a causa de la contaminación que ocasiona la cantera; la reconversión, hasta donde sea posible de los daños ambientales en 36 hectáreas y la zona de amortiguamiento, la reposición de las casas dañadas por las explosiones a los habitantes de la ribera Cahuare y circunvecinos.
Un estudio elaborado por el Instituto de Geofìsica de la UNAM, a petición de la Conanp, y que fue entregado al Comité Pro mejora de la Ribera Cahuare, en sus conclusiones señala que alrededor de la calera se ha incrementado la inestabilidad natural provocada por el aumento de fracturas en las rocas calizas, hay huecos en el subsuelo por alteración del flujo hidrológico somero y suelos muy pocos compactos.
Todo en su conjunto indica que la zona adyacente a la calera presenta diferencias significativas a las condiciones naturales del parque nacional. Por lo que se considera una zona potencialmente inestable, que pone en peligro y riesgo por caída de bloques de roca al turismo que se acerque a la pared del cañón, desprendimiento de bloques en la autopista y formación de huecos o hundimientos a la población adyacente a la empresa
, agrega.