El gobierno de Santos firma con los rebeldes acuerdo fundamental
en La Habana
Esto no constituye un sometimiento
, aclara Iván Márquez, líder negociador del grupo guerrillero
Deben dejar las armas, explica jefe de la delegación oficial
ONU y OEA felicitan a ambas partes
Jueves 7 de noviembre de 2013, p. 24
La Habana, 6 de noviembre.
El gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron hoy un acuerdo fundamental
para la incorporación del grupo rebelde a la vida política del país, con lo que se busca poner fin a medio siglo de conflicto armado, en el contexto de las negociaciones de paz que se llevan a cabo en Cuba desde hace casi un año.
Las delegaciones del gobierno y las FARC informan que hemos llegado a un acuerdo fundamental sobre el segundo punto de la agenda
, señalaron en una declaración conjunta leída en el Palacio de las Convenciones de esta capital, sede de las pláticas. En mayo alcanzaron un acuerdo sobre la cuestión agraria, el primero de seis puntos de la agenda.
El acuerdo parcial para la conversión de la mayor insurgencia colombiana en un movimiento político, fue recibido con beneplácito por los más diversos sectores nacionales e internacionales, entre ellos el presidente Juan Manuel Santos, quien se congratuló porque Colombia está cada vez más cerca de ser un país normal, un país en paz
.
El líder negociador rebelde, Iván Márquez (Luciano Marín), destacó que este acuerdo no constituye un sometimiento
de los rebeldes. Los aspectos importantes que hasta el momento se han acordado en el tema de participación política, nos colocan a los colombianos en la posibilidad de comenzar a abrir las puertas de una verdadera democracia
, dijo.
El acuerdo, que establece las pautas para que los guerrilleros se incorporen al sistema político cuando abandonen las armas, incluye garantías para la oposición política, medidas para impulsar la participación ciudadana
, y contempla que tras la firma del acuerdo final se haga una revisión del sistema electoral colombiano.
Las partes también acordaron medidas para asegurar la transparencia en los procesos electorales, en especial en las zonas de mayor riesgo de fraude
y un sistema integral de seguridad
para los políticos sobre la base del respeto por la vida y la libertad de pensamiento y opinión
, dice el documento, que por la delegación gubernamental fue signado por el jefe negociador Humberto de la Calle.
Esta nueva apertura democrática abrirá el camino para arraigar definitivamente la paz, luego de la terminación del conflicto
armado, dijo De la Calle. Lo convenido se aplicará si y sólo si pactamos un acuerdo del fin del conflicto, que incluya el abandono de las armas, la desmovilización y la reincorporación a la vida civil de este grupo guerrillero
, advirtió.
Sin dejar las armas, en los años 80 del siglo pasado, la organización rebelde selló un pacto con el entonces presidente Belisario Betancur y de allí surgió un partido llamado Unión Patriótica (UP), afín a las FARC, que se disolvió luego de que unos 3 mil de sus miembros fueron asesinados a manos de grupos de ultraderecha, por agentes del Estado o por narcoparamilitares.
Márquez, quien fue uno de los integrantes de la UP pero que volvió a empuñar las armas en aquella época ante la falta de garantías, criticó hoy a la justicia colombiana al descartar el “sometimiento a un mecanismo transicional, con penas rebajadas e indultos puntuales, como el que barajan algunos expertos y políticos para el caso de un acuerdo de paz.
La ex senadora izquierdista Piedad Córdoba, mediadora en la liberación de varios rehenes de las FARC, dijo que con este histórico acuerdo
se crean escenarios para nuevos actores políticos
.
La voz discordante fue la del ex presidente Álvaro Uribe, quien señaló que Colombia es la única democracia que acepta negociar su democracia con el terrorismo
.
En tanto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Colombia y la Organización de Estados Americanos (OEA) felicitaron a los negociadores del gobierno y de las FARC por el acuerdo alcanzado.