El pleno de la Cámara de Diputados aprobó la comparecencia ante la Comisión de Energía del director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, con el fin de que explique el plan de negocios de la paraestatal para 2014 –del cual se suprimió la construcción de la refinería de Tula– y aclare las negociaciones sobre la reforma energética, en la que se pretenden incluir los contratos de utilidad compartida y licencias a trasnacionales.

La cita al funcionario se basa en un punto de acuerdo presentado por el vicecoordinador perredista, Miguel Alonso Raya, en el cual se advirtió que la refinería de Tula tenía el fin de incrementar la producción de gasolinas y diésel para sustituir parcialmente su importación.

En el texto, el legislador perredista reprochó que la paraestatal argumentó que con o sin reforma energética se descarta la construcción de la refinería –con un costo estimado de 10 mil millones de dólares–, y que ya se han gastado 5 mil 480 millones de pesos sólo en estudios de preinversión, además de que se tenía previsto destinar mil 542 millones más para 2014.

El diputado priísta José Antonio Rojo García anunció que los legisladores por Hidalgo asistirán a la comparecencia.

Represento al distrito (electoral) de Tula y debe recordarse que el estado de Hidalgo aportó los terrenos, pero se endeudó con mil 500 millones, indicó.

El petista Manuel Huerta ponderó el momento en que se aprobó la comparecencia, porque muchos pensamos que se fragua un acto de traición a la patria y muchos diputados pueden estar en problemas, y ejemplificó con la bancada de Acción Nacional, que probablemente ya está en esas negociaciones en Washington para entregar el petróleo.

El vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, afirmó que la cancelación de la refinería y las negociaciones que comprometen el patrimonio nacional hacen obligada la comparecencia del director de Pemex.

La nueva información revela que las negociaciones buscan no sólo contratos de utilidad compartida, sino de producción compartida; es decir, pagar con crudo a los inversionistas, señaló.