La sociedad actual dedica su tiempo libre al consumo: Damián
Viernes 8 de noviembre de 2013, p. 37
Valle de Chalco fue un laboratorio social, allí comenzó el Pronasol en 1992 y prácticamente por mandato federal se asentó la población en ese sitio. A pesar de múltiples programas y millones de pesos que se le destinaron, 80 por ciento de su población está en pobreza, de la cual 60 por ciento vive en la pobreza extrema, y estas condiciones orillan a la gente a actuar al margen de las normas, sea en el comercio informal o en la delincuencia. A ello se suman migración y falta de oportunidades, sostuvo Martín Hernández, investigador del Colegio de Posgraduados.
En su presentación en el segundo Foro internacional de pobreza, organizado por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que lo más preocupante es que los niños y jóvenes crecen en un ambiente en el que los padres no están presentes porque se van a trabajar, se quedan solos y tienen la televisión, donde ven programas que reproducen conflictos familiares, como principal entretenimiento.
Araceli Damián investigadora de El Colegio de México, en su conferencia se refirió a que el tiempo libre de los mexicanos se destina al consumo antes fue a la recreación y una industria lo fomenta.
En la sociedad actual no hay suficiente tiempo libre, ya que se dedican ocho horas a trabajar, al menos cuatro horas al transporte, y el tiempo del que se dispone se dedica al consumo, para lo cual existe una industria del entretenimiento –cine, televisión, juegos electrónicos–; tan es así que en los días de descanso la gente pasea en centros comerciales, es decir, se dedica a consumir.
Pronasol no fue sustentable
En el país se han abandonado las casas de cultura, los teatros de los trabajadores y actividades populares en aras del consumo y lo más preocupante son los jóvenes.
Indicó que el modelo Pronasol, impulsado por Carlos Salinas, no fue sustentable a largo plazo, ya que Chalco –donde residen 300 mil personas y a veces llega a haber 600 mil– aumentó la desigualdad, la contaminación, el hacinamiento, la pérdida de recursos naturales, y lo que se requiere es un desarrollo más allá del enfoque asistencial
Concluyó que si bien hay muchos programas sociales, la pobreza no se ha resuelto, advirtió.