Durango, Dgo., 9 de noviembre.

Que nadie se equivoque, que nadie diga que el 2015 lo vamos a ganar a pesar de las reformas; el 2015 lo vamos a ganar justamente por las reformas constitucionales que el gobierno federal y el PRI impulsan en el país, aseveró César Camacho Quiroz, presidente nacional del tricolor.

Explicó que con estas reformas se tendrá educación de mayor calidad y cobertura, telecomunicaciones para usar el espectro radioeléctrico en beneficio de los mexicanos. La reforma político-electoral para hacer que la imparcialidad, la objetividad, la legalidad sienten sus reales en los procesos políticos. Y la reforma hacendaria, que incluye principios de proporcionalidad y equidad y acaba con privilegios, además de que protege a quienes menos tienen.

Durante la clausura del congreso de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Camacho Quiroz ofreció un discurso que pareció dar el banderazo de salida a la organización interna para las elecciones de 2015, cuando se renovará la Cámara de Diputados federal y nueve gubernaturas, así como 20 comicios de diputados locales y ­ayuntamientos.

En los comicios intermedios habrá más jóvenes y muchas más mujeres en las candidaturas porque las merecen y las necesitamos en el PRI, porque México lo requiere y para prepararse y construir la victoria de 2015.

Afirmó que el PRI pondera y valora la actitud que han asumido sus legisladores federales y sus diputados locales respaldando las reformas ­constitucionales.

Se refirió en particular a la reforma energética, con mayúscula, dijo, para aprovechar los recursos naturales en beneficio cabal de los mexicanos, haciendo mucho más robusto el dominio, la rectoría y la fuerza de las instituciones y las leyes, al servicio de los mexicanos.

Ante la secretaria general de la CNOP, Cristina Díaz; el gobernador de la entidad, Jorge Herrera Caldera, y cientos de cenopistas reunidos en Centro de Convenciones Bicentenario, Camacho Quiroz expuso que tras el encuentro del sector popular vamos a construir no sólo el camino, sino un destino luminoso y glorioso al que estamos llamados.