Primer demócrata en ganar el ayuntamiento en más de 20 años
Jueves 2 de enero de 2014, p. 16
Nueva York, 1º de enero.
Bill de Blasio juró este miércoles como el alcalde número 109 de Nueva York, el primer demócrata en presidir el ayuntamiento en más de dos décadas; promete realizar un programa de drásticos cambios liberales en la principal ciudad del país.
De Blasio juró el cargo poco después de la medianoche frente a su modesta casa en Brooklyn. La ceremonia de toma de posesión se celebró a escala mucho mayor en la escalinata del ayuntamiento al mediodía, en presencia del ex presidente Bill Clinton.
El nuevo alcalde fue electo hace dos meses con una arrolladora votación, con la promesa de apartarse del estilo de gobierno Michael Bloomberg, quien después de 12 años en el cargo deja la urbe convertida en una de las más seguras y prósperas de las grandes ciudades, pero con desigualdades aún más marcadas entre los ricos y la clase trabajadora.
De Blasio, de 52 años, estuvo acompañado su esposa, la escritora y editora afroestadunidense Chirlane McCray, y sus dos hijos adolescentes. Observadores consideran que la familia de De Blasio, birracial y muy unida, desempeñó un papel clave en su campaña, pues para algunos representaba una era distinta al la de Bloomberg, considerado frío e impersonal.
Para todos, este es el comienzo de un camino que recorreremos juntos
, dijo De Blasio durante la ceremonia presidida por el procurador general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman.
El que los demócratas recuperaran el gobierno de Nueva York fue celebrado por Bill Clinton y su esposa, la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El nuevo alcalde trabajó en el gobierno del ex presidente en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano y ayudó a gestionar la exitosa campaña de Hillary Clinton en 2000 para el Senado federal. De Blasio y su esposa son comparados con frecuencia con los Clinton, pues McCray es considerada desde hace mucho la más cercana asesora del nuevo alcalde.
De Blasio, de tendencia abiertamente progresista y orgulloso de su origen de Brooklyn, llegó al poder como alcalde en un punto crítico para la población neoyorquina, de 8.4 millones de habitantes.
Pese a la exitosa reducción de la delincuencia y el gran número de turistas, y mientras está a punto de completarse la nueva torre One World Trade Center que se erige en Manhattan como símbolo de la recuperación después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, muchos neoyorquinos se sienten marginados en medio del renacimiento de su ciudad.
De Blasio prometió revertir esa tendencia y ha instado a que se aumente el impuesto a los millonarios, a fin de costear la aplicación del nido prescolar universal. También ha prometido aumentar las oportunidades a los sectores de grupos minoritarios y a los vecindarios de clase trabajadora y ha criticado una política discriminatoria de la policía que señalaba como sospechosos de delitos a negros y latinos.
Este miércoles también asumió el cargo de alcalde de la quebrada ciudad de Detroit, Mike Duggan. Las finanzas de la ciudad son controladas por Kevyin Orr, director de emergencia designado por el estado de Michigan en marzo pasado.