Al concluir una jornada de reorganización de su campamento en el Monumento a la Revolución, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) advirtieron que se quedarán en la ciudad de México y en las próximas semanas impulsarán un plan de acción contundente, que incluirá nuevas manifestaciones ante las cámaras de Senadores y de Diputados.

Ante la presencia de decenas de granaderos capitalinos que permanecen en la explanada de la Plaza de la República y en calles aledañas, Laurentino Villegas, integrante de la instancia de coordinación del magisterio oaxaqueño, informó que este 17 de enero se realizará una movilización simultánea en más de 26 estados, y otra el día 30.

Indicó que el llamado de la dirigencia nacional de la CNTE es a concentrar todos los contingentes en el plantón y reforzarlo por todos los medios a nuestro alcance, por lo que insistió en que a partir de la próxima semana podrían llegar miles de compañeros más. En el caso de Oaxaca, informó, este sábado se realizará su asamblea, donde se definirá el porcentaje de docentes que se trasladarán a la ciudad de México.

Luego del desalojo del pasado domingo que realizaron policías del Distrito Federal, aseguraron que no es con actos de represión y hostigamiento como se podrá imponer la reforma educativa.

Por la tarde, en un mitin frente el Hemiciclo a Juárez, Carmen López, de la región de Valles Centrales de la sección 22 de Oaxaca, aseguró que la jornada de lucha del magisterio disidente no se va quedar sólo en un plantón.

Ante decenas de docentes de Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Veracruz, quienes permanecieron sobre avenida Juárez sin obstruir el tránsito, aseguró que la protesta no es sólo contra el gobierno de Enrique Peña Nieto, sino también exigimos cuentas a quien encabeza una administración que se dice de izquierda, pero que usa la fuerza pública para desalojar a quienes participan en un movimiento social.

Este martes decenas de maestros, algunos recién llegados de Oaxaca, reinstalaron las casas de campaña para resguardarse del intenso frío.