Cruz Azul echa mano de todos los recursos a su alcance para reforzar al primer equipo en busca de lograr el ansiado título, por lo que Horacio Cervantes e Ismael Valadez, quienes militaron en la liga de ascenso la temporada anterior en el Necaxa y en la sucursal cementera de Hidalgo, respectivamente, fueron integrados como los últimos refuerzos.

Aunque Cervantes sigue apenado por su comportamiento poco deportivo en su primera estancia con La Máquina, cuando se hizo expulsar en un partido ante Pumas, dijo que regresa con más experiencia y crecimiento deportivo, profesional y humano, por lo que espera borrar el pasado que lo dejó marcado ante la afición.

“Acordarme de esa jugada me da pena –lo echaron del partido por cometer una falta al auriazul Martín Bravo en cuartos de final del Apertura 2010, donde los celestes fueron eliminados–, es la realidad, pero las consecuencias ya las viví, ya las digerí, ya reconocí que me equivoqué. Probé en otros lados donde afortunadamente pude madurar, tener mucho equilibrio y crecer como humano y profesionista”, recordó.

El zaguero dijo tener los argumentos futbolísticos necesarios para recomponer lo que hizo mal en el pasado con La Máquina, sobre todo porque además de haber jugado con Toluca y Atlante, el primer circuito no le resulta extraño porque ahí estuvo un buen tiempo antes de militar en la división de ascenso.

En su oportunidad, el delantero Ismael Valadez expuso que trabajará para ganarse la confianza del cuerpo técnico y de sus compañeros, porque de allí se derivará todo lo demás que busca, y aunque sabe que la competencia por una titularidad en la delantera será fuerte, está seguro de que podrá conseguirla, aunque no sabe si en el mediano o largo plazo.

La Máquina jugará este sábado ante Santos a puerta cerrada en el estadio Azul, luego de ser sancionado por la invasión de aficionados en la cancha la temporada anterior.