Ocasiona también la defunción de bebés de cero a seis días de nacidos, advierte
Cataratas y arteroesclerosis, otras enfermedades vinculadas a la polución, destacan expertos
Miércoles 15 de enero de 2014, p. 40
Alrededor de 22 por ciento de las muertes por enfermedades del corazón están asociadas con la contaminación ambiental, y ésta es también la segunda causa de defunción de los bebés de cero a seis días de nacidos, aseguró Carlos Dora, coordinador de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Comentó un estudio reciente que recabó mayor evidencia sobre los efectos en la salud de la exposición a contaminantes y la importancia de que los gobiernos impulsen medidas para evitar tales daños. Son acciones que ya se conocen y se pueden poner en marcha, afirmó en teleconferencia desde Ginebra, Suiza.
Señaló que si bien era conocida la conexión entre la polución y los perjuicios en los seres humanos, la investigación lo confirmó a partir de datos obtenidos en diversos estudios realizados en diferentes partes del mundo. Los reportes confirmaron que 15 por ciento de los decesos por neumonía en niños menores de cinco años también se asocian con la contaminación del aire, entre otros.
El experto consideró que además deberían impulsarse otras acciones para favorecer la limpieza del ambiente, como el transporte sustentable, que incluye el uso de bicicletas, caminar o el transporte público rápido (metrobús). Entre trabajadores de Shanghai y Copenhague que se trasladan a su trabajo en bicicleta, se redujo 30 por ciento la muerte prematura, afirmó.
Es clara también la conexión entre mayor actividad física y el menor riesgo de enfermedad y muerte. El experto comentó que otros padecimientos asociados a la polución son las cataratas y la arteroesclerosis, además de lo ya conocido, como los tumores malignos, en particular de pulmón.
En México, está en curso la actualización de las normas oficiales sobre ozono y partículas PM 10 y 2.5. Aunque no hay un nivel seguro de exposición a estos contaminantes, las autoridades deberían limitar al máximo el riesgo para la población, señaló Agnes Soares, asesora regional en epidemiología ambiental de la Organización Panamericana de la Salud.
Desde Washington, la especialista habló sobre las recomendaciones del organismo internacional para que los límites máximos de PM10 se establezcan en 50 microgramos por metro cúbico (ug/m3) de aire y de PM 2.5 en 25 ug/m3. Actualmente, en México, el límite permitido es de 120 y 65, respectivamente.
Subrayó que la evidencia científica indica que por cada 10 microgramos por metro cúbico de incremento de PM10 aumenta 0.5 por ciento el riesgo de muerte de las personas.
Para las organizaciones civiles, como El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), convocantes de la teleconferencia con los expertos, el dato es de suma relevancia, porque en nuestro país la normatividad es muy laxa
y las autoridades se niegan a proteger la salud de la población, aseguró Alan Jiménez, de Redim.
Comentó que en las discusiones en que participan representantes de los gobiernos federal y del Distrito Federal, así como especialistas y grupos civiles, los primeros están empeñados en poner la economía por encima de la salud de la población.