i la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto fracasa en Michoacán, fracasará en todo el país.

Esta es la primera lectura que actores del priísmo local hacen a cuatro días de que en Los Pinos decidieron por fin hacer caso a los llamados que el gobernador Fausto Vallejo Figueroa hizo para que se diera prioridad al caso Michoacán.

Y se esperan no sólo soldados y policías, sino también –y en forma destacada– recursos económicos, programas sociales y esquemas para generar empleos.

No han sido pocas las reuniones que los priístas gobernantes a escala estatal han sostenido con sus correligionarios gobernanentes a nivel federal. Durante esos encuentros se ha advertido que así como se señala que la situación en Michoacán es extraordinaria, entonces la respuesta y la atención también deben ser con programas sociales y recursos extraordinarios, toda vez que no se pueden remediar las situaciones extraordinarias con medidas ordinarias.

Los priístas michoacanos confían, anhelan, que en esta ocasión el presidente Peña Nieto sí responda y no se quede en lo ordinario, como pasó con Felipe Calderón Hinojosa.

Los priístas michoacanos también dicen que no hacen caso a la rumorología que se ha soltado en los medios de comunicación en general y aseguran estar confiados en que la presencia federal irá a fondo y tendrá resultados concretos en el corto y mediano plazo.

En cuanto se anunció el respaldo del gobierno federal, de inmediato se mandaron hacer sondeos de opinión, que arrojaron resultados favorables, pues la mayoría de la población ya estaba esperando que la Federación realmente hiciera presencia.

Por ello, el nivel de aceptación es alto acerca de la petición de Vallejo Figueroa hizo a Los Pinos para hacer tierra en Michoacán.