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Ayer se estrenó Ancient voices of children, partitura de George Crumb, dirigida por Mehta

La poesía de García Lorca adquirió poder e ingenuidad con la Filarmónica de Berlín

Vía Internet, el mundo disfrutó a la soprano Marlis Pedersen interpretar los versos en español

 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de enero de 2014, p. 6

La Filarmónica de Berlín puso en órbita la poesía de Federico García Lorca este sábado, con el estreno en Europa de Ancient voices of children, partitura de George Crumb a partir de textos del poeta granadino.

El detonador de tal proyecto fue el director de orquesta indio Zubin Mehta, quien incluso llevó como parte de su equipaje desde el aeropuerto de Los Ángeles un hermoso piano rojo de juguete, que el compositor incluye entre la instrumentación de su obra.

Por cierto, Mehta tuvo problemas con los agentes aduanales angelinos, hasta que él los convenció de que se trataba de un instrumento musical, nada peligroso.

El concierto de la Filarmónica de Berlín de este sábado, a cargo de Mehta, pudo ser disfrutado en vivo en todo el planeta gracias al proyecto vanguardista de Simon Rattle, quien puso a su orquesta en Internet desde hace algunos años.

Vanguardia. Ayer presenciamos cómo la vanguardia de la programación musical sigue en manos de Rattle, en esta ocasión con la complicidad de Mehta, pues el programa estuvo compuesto por dos obras de música espiritual: la de Crumb y la Novena Sinfonía de Bruckner. Lo nuevo y lo de repertorio, siempre audacia, equilibrio. Espíritu de servicio a la música.

Ancient voices of children tiene media hora de duración y una serie de encantos y sorpresas que mantuvo en el filo de la butaca a los berlineses y a nosotros en casa.

Para empezar, la soprano solista, Marlis Pedersen, inicia la obra cantando de espaldas al público y empinada hacia el interior de un piano de cola, de manera que su voz resulta amplificada poderosamente en la acústica de la Philarmonie, sede de la orquesta berlinesa, al mismo tiempo que produce otros sonidos, armónicos, que nacen de las cuerdas metálicas, interiores, del piano.

Su espalda desnuda, la soprano canta inclinada hacia el abismo interior del piano y hacia sus espaldas el público escucha los versos de Lorca, en español: En una gota de agua/ el niño busca su voz. Situación inusitada en una sala de concierto. El público, fascinado.

La instrumentación de Crumb en esta obra maestra incluye una mandolina tocada con slide, esa técnica que requiere un tubo de metal que los músicos de blues se calzan en el dedo anular para hacer llorar gentilmente su guitarra. También, dos piedras de río, que el músico correspondiente hace sonar mientras, también, canta.

Cantan también, emitiendo armónicos a la manera de la obra Stimmung, de Karlheinz Stockhausen, dos marimbistas, como canta y toca la arpista, como canta y toca el interior del piano, a la manera de John Cage, la pianista, que se sienta después ante el hermoso piano rojo de juguete que inquietó a los policías de Los Ángeles y que ahora nos tiene a todos fascinados. En paz.

A sus 85 años, George Crumb continúa como uno de los más grandes compositores vivos. Su admiración por Gustav Mahler se denotó nuevamente ayer, cuando en el oboe puso citas directas mahlerianas, entre ellas el emblema sonoro de la Luz Prístina de su sinfonía Resurrección.

El estreno de Ancient voices of children fue, tal como lo indica en la partitura de formato gigantesco en papel grueso Crumb, una puesta en escena lorquiana: la soprano canta-recita un diálogo con un niño-soprano, que está en off: ¿Qué quieres, niño, desde tan lejos? / los blancos montes que hay en tu pecho.

Enseguida, el niño soprano aparece en escena y es ahora él quien se asoma al pozo del piano y canta y ella también se empina sobre el brocal del pozo del piano y canta: Devuélveme mi antigua alma de niño.

La segunda parte del programa, la Novena Sinfonía de Bruckner, nos condujo al éxtasis. El público berlinés deliró en sus butacas alemanas mientras el resto del mundo derramamos lágrimas de emoción frente a una música tan bella, tan ingenua, tan poderosa. Tan espiritual.