Madrid, 18 de enero.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, el nacionalista moderado Artur Mas, aseguró que el pueblo catalán se ha cansado de navegar a contracorriente, por lo cual defendió la pertinencia y espíritu del proceso iniciado en su comunidad autónoma para consultar a la ciudadanía sobre un eventual referendo sobre la independencia. El mandatario catalán también respondió a su homólogo español, el conservador Mariano Rajoy, y le aseguró que en ningún momento se ha actuado de forma unilateral.

El enfrentamiento entre el gobierno español y las instituciones catalanas va en aumento, sobre todo a raíz de los reiterados rechazos de Madrid –se remontan a 2011– de reformar el Estatuto de Autonomía y profundizar en un nuevo modelo de finaciamiento que permite reducir el déficit autonómico respecto del resto del Estado español.

La víspera, Rajoy acusó al gobierno catalán y a su Parlamento, que aprobó una iniciativa para llevar a cabo una consulta ciudadana, de asumir decisiones sin tomar en cuenta al resto de los interlocutores, con lo que respondió que no había posibilidad de diálogo.

Cataluña, la región más rica e industrializada de España, afronta un año de vértigo político, con la mirada puesta en una consulta ciudadana que permite expresarse a una amplia mayoría de la sociedad catalana, que reclama desde hace décadas una consulta para decidir si se mantiene el actual modelo de pertenencia al Estado español.

El Parlamento catalán aprobó por amplía mayoría solicitar, con base en los preceptos de la Constitución española, una concesión de poderes para efectuar una consulta ciudadana que permita saber el sentir de la sociedad. Pero la respuesta de Madrid y del mandatario español fue contundente: No hay posibilidad de diálogo.

El mandatario catalán aseguró que la iniciativa aprobada por el Parlamento es una oportunidad de oro para Rajoy y su gobierno para abrir una negociación, pero lamentó que desde el Partido Popular (PP) se haya optada por la estrategia y actitud de un futbolista tramposo y victimista. El gobierno puede demostrar ahora su actitud de diálogo; veremos si aprovecha esa oportunidad de oro en unos meses, aseguró.

El mandatario añadió: Lo que le pasa al pueblo catalán es que se ha cansado de nadar siempre a contracorriente y su objetivo es convertir Cataluña en un país normal, que tenga garantizado el autogobierno y aspectos como la suficiencia financiera o el mantenimiento del sistema de inmersión lingüística en la escuela. Lo que pedimos son cosas elementales que en el mundo desarrollado ya casi nadie tiene que pedir.