Alumno Enrique G. S.

Hace como dos años que estoy en feis, pero me mandan mensajes: ‘que pinche joto’, y les contesto: ‘si soy, a ustedes les vale, ¿no?’ Cuando estaba en segundo una chava me mandó una solicitud y me preguntó: ‘oye tú eres el niño joto de la escuela’, y le respondí: ‘no, y si lo soy a ti te vale, si quieres que te respete, pues respétame, yo no te quiero hacer nada y no me conoces bien’.

Aquí en el salón un chavo me dice ‘Sergay’, ‘joto’, ‘homosexual’, ‘eva’. Me hacen mucho bullying, me quitan mis cosas y también me mandan a la cooperativa, aunque no quiera, buscan que sea su chacho.

Me comportaba como gay para ver si tenían homofobia, y veo que sí tienen, y mucha. Se ve que no los toleran y me da tristeza. Una vez puse en mi feis: ‘ya basta de bullying, a los que les estén haciendo denle like, si no les interesa sigan así, y aquellos que hacen bullying se les va a regresar, y claro que les van a cobrar hasta con la vida’. He puesto más cosas, pero me han tirado mi muro o no se pueden reproducir los videos.

A veces me deprimo mucho, lloro, he intentado matarme. En primer año tomé cloro, también me ahorqué más de dos veces y nada resultó. Me dicen que no me quedan marcas, pero me aprieto con todas las fuerzas.

Mis papás no están conmigo desde los seis años, mi papá está en la cárcel; mi mamá, tirándose de borracha. Mi abuelito me apoya, pero a veces se enoja porque dejo que me hagan cosas. Cuando veo a mi abuelito me da dinero y a escondidas voy a comprar otro cuaderno, porque a veces me tiran mis cosas.

Vivo con mi tía, pero no creería lo que me pasa. El maestro Mario, el que está en el salón de abajo, veía que me hacían bullying y no hacía caso, decía que me llevaba, cuando no era cierto.

Mi sicólogo me aconsejó que cada vez que tenga pensamientos negativos los transforme en positivos para que me vaya bien en la vida. También me quiero vengar… poniéndoles ratas en sus mochilas, traumándolos. Antes era el niño que se dejaba, ahora ya no, me defiendo, y pues me están retando ‘que un tiro’ y les digo que va.

Sueño en salir adelante y encontrármelos un día en una reunión para restregarles que pude más que ellos y que fui un hombre de bien.

Todavía no sé si me gustan los hombres. No soy gay, me comportaba así, ya no. Pero pienso que los gays son seres humanos, no son fenómenos, tienen sentimientos, virtudes.

Alumno José A. Z.

Desde hace un año tengo Facebook. Es interesante, porque puedo mensajear con mis amigos.

–¿Como ves el tema del ciberbullying?

–Esta mal lo que le hacen a los compañeros

–¿No lo has hecho?

–No.

–¿Que te burles de algún compañero?

–Bueno, unas cuantas veces.

–¿Por qué lo haces?

–Pues nomás cuando estoy aburrido, nadamás les suelto unos zapes…

–Por ejemplo, al niño que dicen que es gay…

–Yo no tengo su Facebook, por eso no le digo nada.

–Pero aquí sí le has llegado a decir…

–Aquí sí.

–¿Y por qué?

–Ahora sí que por… nomás.

–Te cae mal…

–No tanto; algunas veces, cuando empieza a decir cosas es cuando lo pelo, pero cuando no, no.

–¿Qué le decías?

–Le decía joto y maricón, sin madre, sin padre, según porque no tiene papás.

–¿No crees que él se siente mal?

–Sí se siente mal, por eso ya casi no le digo nada.

Maestra María Teresa M. P.

El caso de Enrique es grave y no. Al inico hablé con él de sus tendencias diferentes de los demás chicos. Le dije: ‘tienes que definir bien cuál es tu personalidad, estás en un proceso y por eso no puedes determinar si te gustan los hombres o las mujeres. Hasta en broma le comenté: ‘igual te gustan las mujeres y estás apantallando para estarlas abrazando’, pero nunca me ha dicho ‘sí me gustan o no me gustan’.

Le han cargado la mano, porque él provoca. Hablé con los papás y les dije: ‘aquí hay un jovencito, tiene estas características, sus hijos se han pasado de listos en algunas ocasiones’. Por eso les pedí que hablaran con ellos, porque si el niño decide proceder legalmente lo va a hacer y ellos van a tener que dar una justificación.

Pero él es muy dado a provocar. Va a sus lugares o interviene en sus conversaciones para hacerse presente, en la lógica de ‘estoy aquí y quiero que me hagan caso’. Le digo: ‘Enrique, respeta para que te respeten’.

Le falta mucha atención, tiene una situación familiar difícil. El papá está en la cárcel y la mamá los dejó de bebés. Vive con la tía, pero no lo acepta, dice: ‘estoy al límite con este joven’. Tiene muchos conflictos con la señora. El abuelito lo apoya, le da dinero.

El no es víctima nadamás. Porque también hace cosas. No es de estar sentadito y que todos lleguen a molestarlo o que lo zapeen. Cuando le dicen: ‘ya va a empezar a hablar la niña, el gay’, él contesta y le sugiero: ‘no les hagas caso, deja de estar provocando’. Pero es difícil, tiene situaciones chuscas. Por ejemplo, quiere bailar como Shakira.

Enrique también hace alusiones groseras con ellos. Para equilibrar les digo: ‘a la próxima vez los voy a suspender a todos, porque no entienden, no saben convivir, dónde está lo que vemos en la materia de formación cívica y ética: el respeto, la tolerancia, a la hora que lo llevan a la práctica nomás no’.