Yanukovich se reúne con opositores; dice que va a pensar
posible disolución del gobierno
Al menos 300 inconformes y 200 policías heridos por los enfrentamientos de esta semana
Los arrestados enfrentan penas hasta de 15 años, según la nueva ley sobre libertad de reunión
Jueves 23 de enero de 2014, p. 19
Moscú, 22 de enero.
La crisis en Ucrania, con la aparición de los primeros muertos en la incesante confrontación entre gobierno y oposición, llegó este miércoles a un punto en que una de las partes tiene que ceder, abandonando sus posiciones intransigentes, o será derrotada por la otra mediante una brutal represión, si se imponen las autoridades, o una revuelta popular que deponga al presidente Viktor Yanukovich, si lo consiguen sus adversarios.
Pero cualquiera de esas formas de vencer podría ser el detonante de una guerra civil, riesgo que aumenta conforme se dificulta alcanzar un arreglo político.
Consciente de la gravedad de la situación, Yanukovich aceptó reunirse esta tarde con los tres líderes de la oposición: Vitali Klichko, del partido UDAR (Golpe), Arseni Yatseniuk, de Batkivschina (Patria) y Oleg Tiagnibok, de Svoboda (Libertad).
Después de tres horas de negociar, se suspendió el encuentro a petición de Yanukovich, quien solicitó reanudarlo este jueves cuando su primer ministro, Nikolai Azarov, regrese de Davos, Suiza, después de que los organizadores del Foro Económico Mundial le retiraron la invitación.
Los líderes opositores llegaron por la noche a la Plaza de la Libertad para informar de las negociaciones a las más de 50 mil personas que acudieron a su llamado, desafiando el frío y el peligro de quedar en medio de una batalla campal entre jóvenes radicales, provocadores y policías, en el supuesto de que las autoridades ordenen llevar a cabo el desalojo del epicentro de la protesta durante la madrugada.
Yanukovich, según Klichko, no dio ninguna respuesta respecto de la convocatoria de elecciones anticipadas para presidente y diputados, la principal demanda de los opositores, y dijo que va a pensar la posibilidad de disolver el gobierno y de congelar
el paquete de leyes y enmiendas que restringen los derechos de reunión y de expresión.
Yatseniuk habló en términos más categóricos: Yanukovich tiene 24 horas para detener el derramamiento de sangre, de no suceder esto nos lanzaremos hacia delante y si nos toca una bala en la frente, pues que nos toque, es mejor morir con dignidad y valor por una causa justa
.
A su vez, Klichko pidió a la gente permanecer en la Plaza para evitar un posible intento de desalojo: Cualquiera puede morir o ser detenido, pero hoy debemos resistir aquí; mañana iniciaremos la ofensiva y, antes de continuar negociaciones con Yanukovich, convocamos una huelga general preventiva el mediodía de este jueves para mostrar que la mayoría de los ucranianos no queremos vivir ni trabajar en estas condiciones, con estas autoridades y con estos abusos
.
La escalada de la violencia continuó este miércoles, con nuevos y masivos enfrentamientos que dejaron los primeros cinco muertos y decenas de heridos entre los manifestantes.
Oleg Musy, coordinador de los servicios médicos en la improvisada enfermería de la Plaza de la Independencia, informó que cuatro activistas murieron por impacto de bala, en la cabeza y en el pecho, y el quinto cayó desde una columna de 13 metros de altura en el estadio Dinamo al enfrentarse con la policía. Estimó en más de 300 los manifestantes lesionados los días recientes.
La policía menciona haber sufrido cerca de 200 heridos, que se incrementaron desde que los activistas utilizan, en los cocteles molotov y bombas de fabricación casera, una mezcla química que produce fuertes quemaduras. Reportó asimismo 75 detenidos por los enfrentamientos, que podrían ser juzgados de acuerdo con las nuevas leyes que imponen penas hasta de 15 años de cárcel.
El cuerpo del activista Yuri Verbitsky, secuestrado hace unos días junto con su amigo Igor Lutsenko, apareció con signos de tortura en un bosque cercano a Kiev, confirmaron los familiares que lo identificaron. Lutsenko logró escapar y denunció que sus captores querían obligarlos a firmar una declaración de que recibían dinero desde el exterior por protestar.
La procuraduría general de Ucrania aseguró que, la madrugada anterior, cerca de 50 personas fueron secuestradas –unos, tras recibir una golpiza recobraron la libertad y se desconoce dónde están los demás–, dando a entender que es parte de la cacería
de provocadores que emprendieron los opositores.
Filaret, patriarca de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, rechazó la orden que le otorgó Yanukovich con motivo del 85 aniversario de su natalicio.
“En las condiciones que hay en Ucrania, cuando hoy murieron personas, y en el centro de Kiev siguen los violentos enfrentamientos, pido a usted no entregarme medallas. Al compartir el dolor y el duelo con el pueblo ucraniano, la Iglesia reza por la paz y por que se ponga fin a los choques fratricidas…”, explicó Filaret en un comunicado.