La percepción mayoritaria que se tiene del agua entubada en la ciudad de México no es buena, pues sólo 13 por ciento de la población bebe el líquido de la llave, mientras 87 por ciento lo consume de garrafón o embotellada, lo que implica un gasto adicional para el presupuesto familiar.

Así lo revela la Encuesta sobre hábitos de consumo, servicio y calidad del agua por hogar en el Distrito Federal, financiada por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ahora secretaría), realizada en 2011 por un grupo multidisciplinario de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Los resultados fueron dados a conocer ayer por los académicos Óscar Monroy y Delia Montero, esta última coordinadora del proyecto, quienes recordaron que desde hace algunos años México se ha colocado como el mayor consumidor de agua embotellada del mundo y agregaron que, aunque la encuesta sólo se realizó en el Distrito Federal, la información podría ejemplificar la situación nacional.

Propusieron políticas públicas, como que las autoridades capitalinas emprendan acciones para mejorar la calidad del agua que se consume en las delegaciones y que se transparente la información acerca de los niveles de dicha calidad en las propias boletas bimestrales de pago que se entregan en los hogares.