Cirugía mal practicada en SLP, la causa
Aún no hay reparación del daño ni castigo
Jueves 23 de enero de 2014, p. 38
Los gestos en el rostro, el movimiento de su mano derecha y el tono de los balbuceos son los indicadores para Enrique y Yanin sobre el estado de ánimo de Akin, su hijo de ocho años de edad, quien vive con daño cerebral irreversible a causa de cirugías mal practicadas y restos de gasas que neurocirujanos del Hospital Central Doctor Ignacio Morones Prieto, de San Luis Potosí, dejaron en su cabeza.
La negligencia médica quedó plenamente acreditada en la recomendación 11/2010 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la cual señala como presuntos responsables a los neurocirujanos Roberto Rodríguez Della Vecchia y Juan Carlos Chalita Williams. Ninguno de los dos informó la realidad sobre la situación de Akin a sus padres, y aunque no estaba bien, lo dieron de alta del nosocomio.
Todo ocurrió entre julio y septiembre de 2007 a partir de un diagnóstico de tumor en el cerebro, que requería una cirugía. Los neurocirujanos realizaron la intervención quirúrgica pero en el proceso también le quitaron el cerebelo y le dejaron gasas dentro. Esa es la causa del retraso que sufre el niño.
Akin no puede hablar y tiene otras secuelas como la inmovilidad de su brazo izquierdo, sordera y un diagnóstico reciente de escoliosis (deformación en la columna vertebral). Así, aunque tiene ocho años, neurológicamente su edad es la de un bebé de seis meses.
Tanto Enrique como Yanin se han dedicado de tiempo completo a cuidar a Akin. En San Luis Potosí consiguieron un pase de atención para el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ahí, los médicos informaron a los papás lo que le había pasado al pequeño y desde entonces le han dado seguimiento clínico.
También en el Instituto Nacional de Rehabilitación de la Secretaría de Salud (Ssa) apoyan a Akin con terapias físicas para tratar de evitar que a causa de la inmovilidad en que se encuentra su deterioro se acentúe.
Así, aunque esta familia vive en San Luis Potosí, viaja constantemente al Distrito Federal para acudir a las citas médicas.
Debido al daño causado a su hijo, Enrique y Yanin presentaron una queja ante la CEDH, y a pesar de que el organismo comprobó la negligencia, la directiva del Hospital Central Doctor Ignacio Morones Prieto rechazó la recomendación y se negó a la reparación del daño.
En tanto, la demanda penal presentada ante la Procuraduría General de Justicia del estado, prácticamente no ha avanzado. Por eso en abril de 2013 Enrique acudió nuevamente a la CEDH para quejarse por omisiones y dilación en la procuración de justicia.
Lo único que pasó en ese momento fue la transferencia del expediente a una agencia investigadora especializada en asuntos relevantes. Ésta solicitó una opinión técnica a los Servicios de Salud del estado, la cual hasta la fecha no ha sido recibida en la procuraduría, ni ésta ha hecho nada para que se haga justicia
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Apenas el pasado mes de diciembre, la agencia investigadora citó a un grupo de médicos que en 2007 eran residentes, y a enfermeras, los cuales dieron su testimonio sobre la atención médica que recibió Akin y las cirugías a que fue sometido. Algunos de los testigos señalaron a los doctores Rodríguez y Chalita como los médicos que realizaron las operaciones del niño.