Sábado 25 de enero de 2014, p. 5
a Iliana Vargas
Bajo ese discreto arco de luz: respiración nocturna de alguien en retorno:
sucede la voz y sus criaturas
en un jardín fantástico de invención reciente
con su paciencia creadora.
Todo existe porque regresa / algunos árboles con su calle oceánica
alguna ventana con su lumbrera nostálgica
algún hombre sombra que se recarga en el infinito paisaje:
Todo existe porque se aleja / alguna ola humana
algún vocablo lunático con su melena romántica
alguna mujer con su luz propia sobre el papel de sus símbolos:
respiración y humo en el viaje existencial de todas las formas hechas de astillas /
mira tus manos
claro de luna con movimiento de estrella marina
mira / el encanto nos ha nacido terrible
¿y si todo fuera renuncia?
No tendríamos más ciudad que recorrer
pero guardaríamos su nombre en lo más quieto de nuestros propios nombres:
aún lo desconocido ya lo conocemos
aún la intuición del otro
viaja al final de cuentas en nuestras más cercanas miradas /
el cigarro se consume como si la noche siguiera sus huellas de antiguas fogatas
y ya hubiéramos probado esos labios de ceniza
en alguna lejana madrugada de este país marino /
(que es tan tuyo por todos sus peces del aire)
Bajo esa noche: pertenencia de algún tipo de epifanía / esa noche
contemplamos juntos la respiración radiante : aunque no lo vimos:
de aquel fosforescente cráneo
que competía con su leve rumor de encanto
con la más fugaz y alta luna llena.
Viña del Mar enero 2014