La Habana, 26 de enero.

Una propuesta de reconocimiento al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, impulsor de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en 2011, provocó un tenso intercambio de palabras entre delegados de Cuba y Panamá en el plenario de los 33 coordinadores nacionales del bloque, que preparan la reunión cumbre de los días 28 y 29 de este mes.

La disputa por el párrafo sobre Chávez enfrentó al país anfitrión de la cumbre con la única nación latinoamericana cuyo presidente, Ricardo Martinelli, anunció que no asistirá al cónclave para manifestar su molestia con el caso del buque norcoreano capturado en julio pasado en el canal de Panamá con lotes de armas cubanas, en presunta violación al embargo de la Organización de Naciones Unidas contra Pyongyang.

El tenso diálogo entre el coordinador panameño, Floreal Garrido, y el vicecanciller cubano, Abelardo Moreno, ocurrió cuando el funcionario de la isla presentó el borrador de la declaración final y dijo que la delegación del país istmeño solicitó la eliminación del tercer párrafo, relativo a Chávez.

Garrido pidió entonces la palabra y aclaró que su país no solicitó la anulación del reconocimiento, sino sólo una modificación para que no fuera redundante en sus elogios. En respuesta, Moreno ofreció disculpas al plenario y la reunión continuó sin mayores sobresaltos.

Moreno informó que los coordinadores habían acogido una propuesta cubana de declarar a América Latina y el Caribe zona de paz.

El proyecto de declaración final de la Celac contiene 74 puntos y el martes pasará a la revisión final de los 32 jefes de Estado y de gobierno que tienen previsto acudir a este encuentro. La CELAC nació durante una reunión presidencial en 2010 en México. Se oficializó en Santiago en enero de 2013, sin la presencia del entonces convaleciente Chávez.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, fue la primera gobernante que llegó a La Habana, el sábado, y este domingo almorzó con el líder cubano Fidel Castro.

En anticipación a la cumbre, los opositores Guillermo Fariñas, José Daniel Ferrer y las Damas de Blanco dijeron que han estado bajo presión de las autoridades locales para evitar que realicen protestas durante la reunión o se entrevisten con los mandatarios extranjeros, como ocurrió en 1999 con los gobernantes de México y España, en ocasión de una Cumbre Iberoamericana.