La inflación en este año cerrará en menos de 4 por ciento, a pesar del marco fiscal vigente desde el primero de enero, aunque se puede superar dicho porcentaje, afirmó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef). El organismo divulgó ese cálculo, a pesar de que consideró recesiva la reforma fiscal aprobada para 2014. Después de un resultado no muy positivo en 2013, donde los precios al consumidor crecieron 3.97 por ciento, prácticamente sobre el techo del intervalo-meta del Banco de México, las perspectivas para 2014 no son muy alentadoras. Ello, en virtud de que se sentirá el impacto negativo de la reforma fiscal sobre los precios y otros incrementos como el del transporte urbano Metro en la ciudad de México, dijo.

El gravamen de un peso por cada litro de refresco o bebida azucarada, aprobado con la reforma hacendaria, se aplicó desde diciembre porque tal como está redactada la ley, su vigencia no entraba en realidad en enero, sino desde diciembre para las ventas a pagarse en enero, afirmó Emilio Herrera, director de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Bebidas Carbonatadas. Frente a las denuncias de pequeños comerciantes y abarroteros de que las empresas refresqueras aumentaron por partida doble sus productos, primero en diciembre y luego en enero, cuando entró en vigor la reforma, Herrera sostuvo que tanto los minoristas como los consumidores en general deben entender bien la aplicación de los impuestos, y justificó que cada empresa del sector adopta libremente su estrategia de precios.