Escribir sobre Lezama Lima fue como regresar a casa, expresa el galardonado
Miércoles 29 de enero de 2014, p. 4
El periodista Nicolás Medina Mora Pérez (DF, 1990) recibió ayer el Premio de Ensayo Carlos Pereyra dotado con 75 mil pesos, que el año pasado fue reanudado por la revista Nexos en la medida en que les parece que el pensamiento del filósofo fallecido en 1988 recobra interés y vigencia.
El ensayo ganador, La poética de los monstruos, versa sobre la obra del cubano José Lezama Lima. En su nueva época, el premio, originalmente de ensayo político, fue abierto al ensayo en general.
Se recibieron 83 trabajos y se eligieron 16 de muy alta calidad
, informó Héctor Aguilar Camín, director de la revista.
De un grupo “notable de seis o siete ensayos, que serán publicados en Nexos, se escogió un ensayo particularmente logrado, penetrante, erudito, divertido y bien escrito que venía con el seudónimo de José Alfredo Prufuc, que resultó ser Nicolás Medina Mora”, el cual se incluye en el número de febrero.
En nombre del jurado que integraron Denise Maerker, Jesús Silva-Herzog y Xavier Velasco, este último en su carácter de escritor, expresó su beneplácito de que el ensayo ganador haya sido uno literario, un trabajo entrañable, profundo y muy humano
, que parte del monstruo que físicamente era Lezama Lima
, se pregunta si el barroco tiene que ver con los monstruos y hasta dónde el escritor se aleja de Góngora y demás barrocos para imponer otra suerte de estética
.
Egresado de la Universidad de Yale, Medina Mora, quien trabaja como reportero en Reuters, explicó que su ensayo nació como una respuesta a sus amigos estadunidenses que escribían esos poemas chiquitos como con lupa, callados, preciosos, pero que me parecían insuficientes y que habían perdido el contacto con los sentidos y el cuerpo
.
También nació del seminario que tomó con el crítico literario Roberto González Echeverría. “Entre las muchas cosas que leímos estuvieron ciertos ensayos de Lezama, en particular La curiosidad barroca, sus poemas y su novela Paradiso que es muy difícil de leer y uno de los mejores libros en español del siglo XX. Al final de la clase había que escribir un ensayo y lo hice sobre Lezama porque en Estados Unidos, y en Yale en particular, la poesía que se lee –también es fantástica–, es una como quieta, que surge de poetas como Emily Dickinson o Wallace Stevens, en que el poeta es alguien que desmenuza la esencia del mundo en hallar cosas chiquitas, preciosas. Encontrar poetas como Lezama fue como regresar a casa, decir de aquí soy”.