Opinión
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México SA

Cumbre de la Celac

AL en la misma mesa

Trasnacionales arrasan

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El presidente de Cuba, Raúl Castro (en la pantalla), durante la ceremonia de apertura de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebra en La HabanaFoto Ap
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on participación plena de los jefes de Estado y de gobierno, así como de los cancilleres de las naciones que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ayer arrancó en La Habana la segunda cumbre de la organización, durante la cual el presidente cubano Raúl Castro advirtió que seguimos regidos por un orden internacional injusto y excluyente, en el que las amenazas a la paz y la injerencia externa continúan; los centros del poder no se resignan a perder el control de esta rica región, ni renunciarán a los intentos de cambiar el curso de la historia en nuestros países para recuperar la influencia perdida y beneficiarse de nuestros recursos.

Cierto es el señalamiento del mandatario isleño, aunque dejó a un lado que no pocos gobiernos regionales son los que solícitamente han abierto la puerta de par en par, y lo siguen haciendo, a la injerencia foránea con todo y su orden injusto y excluyente, al tiempo que contribuyen a la pérdida de soberanía y procuran los pingües beneficios para los grupos internos y externos de control.

De cualquier suerte, la Celac ha logrado sentar en la misma mesa a personajes tan disímbolos como Raúl Castro y el mandatario chileno Sebastián Piñera; a Evo Morales y Juan Manuel Santos y, en fin, a José Mujica y Enrique Peña Nieto, para no seguirle.

Castro subrayó que los pueblos de América Latina y el Caribe demandan y requieren una mejor distribución de las riquezas y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, el pleno empleo, menores salarios, la erradicación del analfabetismo, el establecimiento de una verdadera seguridad alimentaria, sistemas de salud para la totalidad de la población, derecho a una vivienda digna, al agua potable y al saneamiento, y advirtió sobre el desmedido crecimiento de las utilidades que obtienen las trasnacionales en los países que componen la Celac.

Mientras los congregados en La Habana intentan concretar acuerdos, como apoyo documental a la segunda Cumbre de la Celac, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgó su Panorama económico y social de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños 2013, en el que hace alusión a la denuncia del presidente cubano: “los beneficios que las empresas trasnacionales obtienen de sus operaciones en América Latina y el Caribe se incrementaron 5.5 veces en nueve años, pasando de 20 mil 425 millones de dólares en 2002 a 113 mil 67 millones en 2011.

“El crecimiento tan marcado de estas utilidades –también denominadas renta de IED– tiende a neutralizar el efecto positivo que produce el ingreso de la inversión extrajera directa sobre la balanza de pagos. La evidencia para América Latina y el Caribe muestra que durante los últimos años los egresos registrados como renta de IED alcanzaron casi el mismo nivel (92 por ciento) que los ingresos de tal inversión”.

En dicho documento la Cepal aborda varios temas entre los que destaca el de los depauperados: en la tasa de pobreza a nivel regional juegan un papel preponderante los cambios registrados en los países de mayor población. En los resultados de 2012 tuvieron un impacto importante las caídas observadas en Brasil y Venezuela, que implicaron una disminución del número pobres de alrededor de 6 millones de personas, así como el aumento observado en México, que implicó que un millón de personas adicionales fueran contabilizadas como pobres. La tasa de pobreza de América Latina en 2012 alcanzó a 28.2 por ciento de la población y la indigencia a 11.3. Estos porcentajes equivalen a 164 millones de personas en situación de pobreza (37 por ciento de ellas en México), de los cuales 66 millones son pobres extremos.

En América Latina 40.5 por ciento de los niños, niñas y adolescentes son pobres, sea en forma moderada o extrema. Esto implica que en la región la pobreza infantil total afecta a 70.5 millones de personas menores de 18 años. De este total, 16.3 por ciento se encuentra en situación de pobreza extrema, es decir, uno de cada seis es extremadamente pobre y este flagelo afecta a más de 28.3 millones de menores.

En materia económica, el citado organismo señala que en 2013 el PIB de América Latina y el Caribe creció 2.6 por ciento, inferior al 3.1 registrado en 2012. Este resultado ilustra la continuación de la desaceleración económica regional que se manifiesta desde 2011. No obstante, hubo diferencias importantes en los ritmos de los países. El bajo crecimiento regional en 2013 responde en parte al bajo dinamismo de las dos mayores economías de América Latina y el Caribe: Brasil (2.4) y México (1.3). Excluidas estas dos naciones, el alza del PIB regional alcanzó 4.1 por ciento.

También documenta que la agricultura y la agroindustria se encuentran en el centro del debate mundial en lo referente a seguridad alimentaria, seguridad energética y cambio climático. Se espera que en 2050 la población mundial alcance los 9 mil millones de habitantes, y para satisfacer la demanda de alimentos la producción agrícola deberá aumentar 70 por ciento con respecto a los niveles de 2006. Entre 2005 y 2010 la IED destinada al sector agrícola primario ascendió a 9 mil 255 millones de dólares; la mayor parte de ellos se concentró en Brasil (37.9 por ciento), México (35.9) y Argentina (15.5).

La Cepal indica que la elevada desigualdad en la distribución de los ingresos es uno de los rasgos característicos de América Latina en el contexto internacional. Los datos más recientes disponibles indican que el 20 por ciento más pobre capta en promedio solamente 5 por ciento de los ingresos totales, mientras que la participación en los ingresos totales del 20 por ciento más rico promedia el 47 por ciento. Considerando los 13 países con información disponible a 2011 o 2012, doce de ellos presentaron una reducción del índice de Gini, que en promedio simple cayó uno por ciento por año. El ritmo de reducción de la desigualdad superó uno por ciento anual en Argentina, Brasil, Perú, Uruguay y Venezuela, y fue de al menos 0.5 por ciento anual en Chile, Colombia, Ecuador y Panamá.

Las rebanadas del pastel

Que los bancos privados juegan chueco y asaltan a la clientela no es ninguna novedad, pero parece que la Condusef apenas si se ha enterado… Y el ministro del año estrena premio con una declaración más que temeraria: el peso (mexicano) no será arrastrado como las divisas de otros países emergentes. ¿Otra vez el perro?

Twitter: @cafevega