l municipio de Yautepec, ubicado al poniente de Cuautla, se ha convertido en foco rojo de inseguridad en Morelos. En semanas recientes se ha cometido un secuestro diario, según narran los pobladores. El sábado pasado, el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, fue retenido durante varios minutos por un grupo de vecinos que realizaban una protesta.

El funcionario se comprometió a hacerse cargo de la seguridad del municipio, y sin importarle las leyes que dan facultad a los municipios para este cometido, declaró que la policía estatal, con apoyo de fuerzas federales, se encargaría de vigilar esa localidad.

Sin embargo, no sólo es Yautepec. En la zona de los Altos de Morelos, en los límites con la ciudad de México, ya comienzan los secuestros, y los robos y extorsiones están a la orden del día. Es decir, a unos días de que el gobernador perredista Graco Ramírez rinda su primer informe, los clamores en demanda de seguridad se multiplican en el estado.

Mientras, pobladores de los Altos, donde existe una importante tradición comunitaria, han comentado a La Jornada Morelos que no van a tolerar una escalada delictiva y ya comienzan a organizar rondines y a instalar retenes a la entrada de las comunidades. De ahí a los grupos de autodefensa hay sólo un paso. El horno no está para bollos.

En el oriente de Morelos ya funciona un grupo con las características de las autodefensas; sin embargo, el gobierno de Graco Ramírez firmó hace tiempo un convenio de colaboración y ofreció capacitación a sus integrantes, a quienes incluyó en una red de radiocomunicación. No obstante, esto no será posible si los grupos organizados en las comunidades se multiplican, pues muchas de ellas simplemente ya no confían en las autoridades de cualquier nivel. En tanto, la respuesta consiste en discursos y cifras alegres.