Moscú, 30 de enero.

El embajador de México en Rusia, Rubén Beltrán, está convencido de que 2014 será un año propicio para relanzar la relación bilateral, ya que existen todas las condiciones para que Rusia vea en México un buen compañero de viaje en asuntos clave de la agenda mundial, como muestra la participación de ambos países en el proceso de paz en Siria.

Diplomático de carrera, Beltrán acaba de cumplir un año al frente de la embajada de México en Moscú y tiene motivos para estar satisfecho de lo realizado hasta ahora, pero considera que queda mucho por hacer y alberga grandes planes para los siguientes meses, que confió este jueves a un grupo de periodistas.

Al hacer un balance de logros y pendientes, señaló que la meta que se propuso en 2013 de que fueran a México 100 mil turistas se rebasará, sin duda, porque, de acuerdo con las estadísticas, a noviembre del año pasado ya habían viajado al país 96 mil rusos. La meta para este año es que vayan 135 mil turistas rusos.

El diplomático anunció que muy pronto abrirá una oficina en Moscú el Consejo de Promoción Turística y, para impulsar el comercio y las inversiones, otra de ProMéxico.

Destacó también la reciente firma en Davos, Suiza, de un memorando de entendimiento entre la petrolera rusa Lukoil y Petróleos Mexicanos (Pemex), que se puede traducir en inversiones rusas en México y en transferencia de tecnologías rusas al país.

“Es un acuerdo muy alentador y, además, Lukoil, la mayor petrolera privada rusa, es la primera empresa internacional –desde que se aprobó la reforma constitucional en materia energética– que anuncia su intención de trabajar conjuntamente con Pemex en labores de exploración y producción”, inicialmente mediante el intercambio de experiencias en esas áreas, comentó.

El embajador informó que en el primer semestre de este año se llevará a cabo, probablemente en Moscú, la reunión de la comisión mixta de alto nivel entre los gobiernos de México y Rusia, que será ocasión idónea para promover los nexos económicos y comerciales.

Recordó que el tequila, el aguacate, el café, los cítricos y el aceite siguen entrando con fuerza en el mercado ruso, y se mostró optimista acerca de que pronto se resolverán las exigencias que las autoridades sanitarias rusas pusieron a la carne procedente de México.

Beltrán afirmó que la cooperación bilateral está alcanzando niveles de excelencia que van más allá de que las empresas mexicanas reciban bienes y servicios de Rusia.

“También –enfatizó– están invirtiendo en Rusia, adquieren fábricas como Gruma, que ya produce aquí tortillas de maíz y de harina, compran, como Interjet, un lote de 20 aviones Sujoi Superjet-100, con opción para otros 10, y cohetes rusos ponen en órbita satélites mexicanos”, entre otras áreas.

Ahora hay que afrontar la actualización del marco jurídico; muchos convenios ya están obsoletos y hace falta firmar nuevos, porque México y Rusia ya no son los mismos, han cambiado y mucho.

Un ejemplo que urge –si bien no influye demasiado en el número de turistas– como gesto de buena voluntad recíproca, es la firma de un convenio de supresión de visas. El embajador dijo que no sabe si finalmente se concretará este año, pero admitió que es un tema que ambas cancillerías están analizando y hay una línea de comunicación continua.

México se está quedando rezagado en relación con la mayoría de países de América Latina, que ya acordaron con Rusia la supresión recíproca de visas de corta duración, de hasta 90 días: Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú, El Salvador y Uruguay, entre otros.