En el Castillo de Chapultepec, mismo sitio donde se firmó el Pacto por México hace 13 meses, se promulgó ayer la reforma político-electoral, cuyo diseño pretende garantizar la equidad y transparencia en los comicios. El presidente Enrique Peña Nieto expuso, además, tres determinaciones tendientes a restar opacidad a las votaciones y otorgar un nuevo sitio a la ciudad de México en términos constitucionales.

En medio de invitados priístas, panistas, pevemistas, del Panal y un perredista, el Ejecutivo anunció que enviará una iniciativa al Congreso “para fortalecer más nuestro régimen democrático y sistema electoral, para precisar el artículo 41 base sexta de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que se inscribe dentro de la reforma política que hoy estoy promulgando.

El objetivo es aclarar que la nulidad de elecciones se puede producir no sólo ante la compra, sino ante cualquier tipo de adquisición de cobertura informativa o tiempos de radio y televisión fuera de los supuestos previstos en la ley.

Eso implicaría, en caso de ser aprobado por el Congreso, que contratantes y empresas de radio y televisión tendrán la misma responsabilidad judicial en caso de incurrirse en tal supuesto.

Respaldó la iniciativa de reforma política del Distrito Federal, que ya se discute en el Senado y forma parte de este renovado impulso que queremos darle a nuestra democracia. Hago votos para que el Congreso de la Unión pueda llegar a un acuerdo a la brevedad y aprobar esta importante reforma para la capital de todos los mexicanos.

Anunció que los primeros días de febrero enviará al Congreso las iniciativas y las leyes secundarias en materias energética, de telecomunicaciones y de competencia económica.

Aclaró que no hará ejercicio de la facultad de presentarlas para trámite preferente, a fin de que sea el propio Congreso de la Unión el que determine los tiempos para su análisis, discusión y eventual aprobación. He tomado esta decisión porque si algo han acreditado los integrantes de la 62 Legislatura es su elevada responsabilidad y compromiso con México.

Al concluir de desglosar esas determinaciones los invitados aplaudieron con vehemencia.

Ayer los impulsores de la enmienda festejaron su promulgación, menos uno, el PRD, que no acudió en protesta por la aprobación de la reforma energética.

El ambiente fue de camaradería. Los invitados estaban de plácemes. Se abrazaban y palmeaban con fuerza la espalda. La mayoría, con ropa impecable y finos zapatos ingleses o italianos. Se tuteaban y sostenían alegres diálogos.

Por el PAN: José González Morfín, Santiago Creel, Javier Corral, Juan Molinar Horcasitas y Cecilia Romero. Los cuatro consejeros del IFE: Lorenzo Córdova, María Marván, Benito Nacif y Marco Antonio Baños, y el secretario ejecutivo del instituto, Eduardo Jacobo Molina.

Hasta los ex presidentes del mismo IFE Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés se presentaron para atestiguar el fin de la era del instituto, ambos con su respectiva responsabilidad sobre el caso.

El magistrado Alejandro Luna Ramos, el abogado Diego Valadés, los priístas Humberto Roque, Samuel Aguilar, el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, Alejandro Moreno. Todos conversaron afables antes de iniciar el acto protocolario. Y como extraviado en el desierto se presentó el perredista Fernando Belaunzarán, quien justificó su asistencia por que Jesús Zambrano le dijo que tenía luz verde para hacer lo que quisiera. Terminó sentándose entre panistas.

Ganan los ciudadanos

Una vez que los presidentes del PRI, César Camacho, y el PAN, Gustavo Madero, intervinieron como oradores, el presidente Enrique Peña adujo que con la reforma político-electoral México contará con nuevos instrumentos institucionales para facilitar los cambios de fondo.

El gobierno de la República celebra la reforma político-electoral que han concretado los legisladores, ya que consolida nuestra vida democrática y fortalece la capacidad del Estado para alcanzar acuerdos transformadores. Con la reforma político-electoral ganan los ciudadanos. La certidumbre en las elecciones regirá en todos los órdenes de gobierno. Habrá mejor rendición de cuentas y equilibrio entre poderes.

Luego, de nuevo entre palmadas y apretones de manos, los impulsores de tan esperada reforma política se retiraron del histórico sitio, dejándolo solo en escasos minutos.