Santiago, 31 de marzo.

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, envió hoy al Congreso un proyecto de ley para una profunda reforma tributaria estructural que busca equilibrar el aporte al país de los asalariados con los del empresariado, sector minoritario ampliamente favorecido en materia de impuestos desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Con este primer paso la mandataria busca recaudar unos 8 mil 200 millones de dólares, equivalentes a 3 por ciento del PIB, lo que se destinará a financiar la reforma educativa, el fortalecimiento de la salud pública, mejorar las pensiones y avanzar en la reducción de la brutal desigualdad que existe en Chile, reconocida por todos los organismos internacionales.

Indicó que la carga tributaria personal baja de 40 a 35 por ciento, con excepción de los sueldos de las cabezas del Poder Ejecutivo y los parlamentarios, que más bien tendrán un impuesto adicional de 5 por ciento al señalar que no vamos a legislar para subirnos el sueldo.

En una ceremonia en el palacio de La Moneda, la mandataria explicó parte de la reforma que en líneas generales elevará de 20 a 25 por ciento los impuestos a las empresas de manera gradual, endurece las medidas contra la evasión, castiga a los refrescos azucarados tan nocivos para la salud y a las productoras de energía altamente contaminantes.

La medida elimina para 2018 el Fondo de Utilidades Tributarias, instrumento para favorecer la inversión que permite a las empresas posponer el pago de impuesto sobre sus beneficios de forma indefinida si luego son reinvertidos. Tal instrumento data de 1984 y fue creado durante la dictadura pinochetista (1973-1990).

Con la reforma tributaria Bachelet se propone garantizar los recursos para impulsar la reforma para la gratuidad total de la educación a nivel universitario en un plazo de seis años y el fin al lucro en colegios privados de nivel primaria y secundaria que reciben subvención del Estado.

La presidenta, que cuenta con mayoría en el Congreso y no tendrá problemas para su aprobación, aseguró que la reforma no frenará el crecimiento económico.