Abuchean a la mandataria; aún es la favorita para ganar los comicios de octubre
Domingo 4 de mayo de 2014, p. 3
Sao Paulo, 3 de mayo.
Un día después de que el Partido de los Trabajadores (PT) oficializó la segunda postulación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ésta fue abucheada cuando anunció un aumento en los recursos federales destinados a la industria agropecuaria.
El episodio de hoy –40 días antes del incio del Mundial de Futbol– confirmó la caída en la popularidad de Rousseff, pero particularmente el rechazo de organizaciones como el Partido Demócratas, que tiene una base amplia en el estado de Minas Gerais, donde la mandataria pronunció el discurso desdeñado.
Dos sondeos de opinión mostraron esta semana que el respaldo a la candidatura de Rousseff ha descendido por debajo de los 40 puntos porcentuales, lo cual por primera ocasión revela la posibilidad de que los comicios presidenciales del próximo 5 de octubre se resuelvan en una posterior segunda vuelta.
La figura de la presidenta resultó afectada por las masivas protestas de 2013 contra la corrupción, los malos servicios públicos y la inseguridad. Su imagen fue dañada también en las últimas semanas por una ola de rumores sobre el retorno de Luiz Inacio Lula da Silva a la política electoral, ocupando el puesto de candidato presidencial del PT.
El Partido Republicano, agrupación de derecha que formó parte de la variopinta alianza que ha respaldado al gobierno del PT, exhortó públicamente a Lula a asumir la candidatura, y argumentó que en esta coyuntura se requiere a un político más capacitado que Rousseff
para sortear la crisis económica y dirigir el país.
Lula, que asistió el viernes por la noche a una reunión del PT en la que Rousseff fue postulada, ratificó su negativa a ser candidato de la organización que lo llevó al poder en 2003 y lo volvió a nominar en 2007.
Pidió a sus correligionarios rechazar el rumor de que vuelve Lula
, para evitar que se merme la energía
del partido gobernante.
En su discurso de proclamación, la mandataria ratificó su compromiso inquebrantable con el pueblo brasileño
, en alusión a los sectores de la población de menores recursos y la clase media que emergió a consecuencia de las políticas sociales de desarrollo, impulsadas desde 2003.
¡Un, dos, tres, Dilma otra vez!
, corearon miles de militantes y simpatizantes del PT, en referencia a los comicios para las cuales Rousseff sigue como favorita, a pesar de que tiene 37 por ciento, según la encuesta realizada por la firma MDA y de 35, de acuerdo con Sensus.
A los problemas económicos de Brasil –crecimiento promedio de 2 por ciento en los tres últimos años– se han sumado este año denuncias sobre presuntos actos de corrupción en la estatal Petrobras, luego de que la compañía compró una refinería en Estados Unidos a un precio mayor de lo proyectado. La adquisición fue aprobada desde 2006, cuando Rousseff encabezaba el consejo directivo de la empresa.