La violencia y la criminalidad en el estado de Río de Janeiro, cuya capital estatal será sede de seis partidos del Mundial de Futbol que comienza en 40 días, aumentó significativamente en los últimos meses, según un informe del Instituto de Seguridad Pública local difundido este sábado.

La escalada de violencia llevó al gobierno regional a anticipar el plan especial de seguridad previsto para el torneo, que comenzará el 12 de junio y terminará el 13 de julio en el mítico estadio Maracaná.

Una de las medidas adoptadas a raíz del aumento de los homicidios dolosos, los delitos contra el patrimonio y los autos de resistencia (muerte de un sospechoso en presunto enfrentamiento con la policía) es la suspensión de los días libres de 2 mil agentes de la policía militarizada.

Los datos revelan que la violencia en el segundo estado más rico del país volvió a los índices que registró en el primer trimestre de 2008, antes de que fuera iniciado el programa de unidades de policía pacificadora (UPP), destinado a expulsar al crimen organizado de 250 favelas de Río y llevar servicios públicos.

En los tres primeros meses de este año fueron asesinadas mil 459 personas en todo el estado de Río, cifra cercana a la de mil 562 homicidios dolosos ocurridos en el mismo periodo de 2008, cuando fue instalada la primera UPP en la favela Santa Marta.

En 2012 se registró el índice más bajo de homicidios dolosos, con mil 100 personas asesinadas en el primer trimestre.

Hay un reacomodo del mundo del crimen y la política de seguridad fue lenta para responder, lamentó Silvia Ramos, coordinadora del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía de la Universidad Cándido Mendes.

En su opinión, el momento actual es de crisis de la política de seguridad implementada desde 2013. El programa de UPP ha sido insuficiente para sostener los índices de reducción de crímenes contra la vida, agregó.

La divulgación de los datos ocurre en momentos en que la escalada de violencia en la ciudad es palpable y siembra creciente temor en la población.

En semanas pasadas ocurrieron frecuentes tiroteos entre delincuentes y policías, al tiempo que una serie de atentados contra las UPP llevaron al despliegue de policías, soldados y marinos en la favela Maré, localizada en una región estratégica entre el aeropuerto internacional y el centro de la ciudad.