El PRD llega este lunes a su 25 aniversario en una situación compleja y difícil. Para algunas corrientes el partido vive la crisis más severa e importante de su historia; para otras los problemas que enfrenta son los mismos que padecen otras fuerzas políticas, y que se caracterizan por falta de credibilidad y de confianza entre los ciudadanos, si bien reconocen haber cometido equivocaciones que contribuyeron a ello.

Con el riesgo de ver reducida su votación en las elecciones federales de 2015, por la presencia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que encabeza el ex candidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, los grupos internos estiman necesario recomponer el instituto. Ello sin dejar de señalar que a lo largo de un cuarto de siglo el PRD también ha tenido logros y pudo ayudar a construir un México diferente.

En un panorama de claroscuros, el diputado Miguel Alonso Raya, integrante de la corriente hegemónica Nueva Izquierda, puntualizó que el perredismo fue clave en las reformas legislativas que cambiaron el diseño del sistema político-electoral, y también ha contribuido a amortiguar la desigualdad socioeconómica de la población al poner en marcha diversos programas, como la pensión para los adultos mayores.

Pero esto, dijo en entrevista, se ha dado no sin dificultades, pues el partido ha enfrentado problemas muy serios de entendimiento interno y por la presencia de expresiones, popularizadas como tribus que afuera se perciben como guetos que pelean por espacios y posiciones, sin que se tenga claro qué proponen cada una de ellas.

Aunado a ello, hace falta la formación de nuevos cuadros, un funcionamiento más institucional de la organización política, mayor debate interno y externo y convertirse en el partido de las grandes causas sociales, pues en la actualidad muchas de ellas son encabezadas por agrupaciones civiles y el PRD se queda fuera o sólo se suma a ellas.

Alonso Raya reconoció que se cometieron errores en los gobiernos emanados por esta fuerza política. Si no hubiera sido así, no se hubiesen perdido las gubernaturas de Tlaxcala, Michoacán y Baja California Sur, enfatizó.

Para superar estos problemas hay que tener mejor organización y posiciones muy claras, para que la población perciba al instituto como alternativa y opción real y de esa manera salir de la crisis en la que están todos los partidos, de credibilidad y confianza frente a la sociedad.

Por su lado, Carlos Sotelo, del Movimiento Nacional Patria Digna, estimó que el PRD vive la peor problemática de su historia, debido a que la dirección le impuso una orientación distinta a la que asumió en su fundación. Nació como fuerza de la sociedad, para enfrentar una clase gobernante corrupta y depredadora, sin embargo, en los recientes cinco años ha caminado por una ruta distinta en la que se ha privilegiado una cercanía con el poder presidencial y una relación poco clara con los gobernadores.

De hecho, puntualizó que hay estados donde las direcciones locales del instituto se han convertido en grupos políticos al servicio de gobernadores del PRI, PAN y hasta el Verde Ecologista. Con los del PRD, la relación es de sumisión y no de coordinación y corresponsabilidad.

En entrevista, manifestó que tal línea política ha afectado al partido y para salir de lo que considero la peor crisis es necesario respetar los acuerdos del congreso de noviembre pasado, donde se aprobó mantenerse como oposición al gobierno federal, no realizar alianzas electorales con PAN o PRI, salvo excepciones, e impulsar la creación de un frente nacional que agrupe a las fuerzas democráticas de izquierda, así como recuperar la relación programática con el pueblo.

Si dichas resoluciones se respetan existe la posibilidad de la unidad y avanzar hacia 2015 y 2018. Pero si no ocurre, el instituto se puede achicar y confirmar lo que ya está sucediendo: que es tierra de nadie donde cada quien hace lo que quiere. Esto implicaría la balcanización de la organización y, en el extremo, nuevas escisiones, añadió.

Sotelo advirtió que tal situación llevaría a un sistema político bipartidista, como el de Estados Unidos, con dos partidos mayoritarios muy similares y varios de izquierda enanos.

René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional (IDN), destacó que esta fuerza política no surgió para firmar pactos traidores contra México, sino para oponerse al sistema de Estado. El 25 aniversario es ocasión para refrendar ese objetivo, fortalecer la unidad y alejarse del sectarismo.

Sostuvo que no hay crisis en el perredismo, pero sí un proceso de reorganización, recomposición y recuperación de la confianza. Si hay unidad y se tiene una línea correcta, hay posibilidades de avanzar, dijo, tras reconocer que en el pasado se tomaron decisiones que debilitaron al partido, pero lo básico está intacto.