La voz clara y distinta de la ja-zzista Patricia Carrión se oye con mayor experiencia en su nuevo y quinto disco solista: Joyful Days, que hice en solitario, sólo yo y mi guitarra. Es como un rencuentro con el instrumento con el que comencé a trabajar y a hacer música a los 16 años.

Por tanto, hay toneladas de añoranza, de recuerdos abajo y en el escenario. De la isla de Cozumel me vine para México con este instrumento, que toqué con gente como Juan José Calatayud; más adelante, con proyectos de Héctor Infanzón, Enrique Nery, Leo Corona y Mario Ruiz Armengol, la crema y nata de los jazzistas durante muchas décadas. Ahora este disco me permite rencontrarme con mi raíz, mi origen, con la forma de ser intérprete. Los temas son de los años 60, cuando fue la época de mi adolescencia, que a mí me sonaban distinto, diferente a como se emiten en la radio. Las tarareaba, balbuceaba o guashaba, porque no hablaba bien inglés.

Hice una travesura y hay temas de Los Beatles, de Union Gap, Roberta Flack, Elvis Presley, Ray Charles, Carpenters... y todos con arreglos o adaptaciones mías.

La cita, mañana

Cantará este disco el 8 de mayo en el Foro Cultural del SUTM, en Taxqueña, a las 13 horas, con entrada libre. Este concierto es para quienes no tienen dinero para irse a gastar un billete. En junio 11 estaré en el Centro Cultural España, a las 22 horas. Claro, no soy una guitarrista súper dotada, pero hay mucha congruencia y un nivel decente.

Consideró que la escena actual del jazz es mayor, porque hay más difusión.

–¿Para usted cómo está la oferta de voces femeninas dentro del jazz nacional?

–¡Me da mucho gusto ver que hay mucha chava nueva! ¡Bendito sea Dios! Ya no somos dos o tres, sino 15 o 20. Mientras más cantantes haya habrá más opciones y más gente se acercará a esta expresión. Muchos ya escriben, lo cual es básico, porque en el jazz no te puedes dar el lujo de sólo cantar bonito.

Confía en que el jazz se difundirá más. No hay una sola persona en México que no haya tenido contacto con el jazz. En las caricaturas hay jazz, en Don Gato, Los Picapiedra, La Pantera Rosa, etcétera. Todos hemos cantado o tarareado una pieza de jazz. Además, ¿de dónde viene el jazz? ¿Esclavos, negros, 18 horas de trabajo? ¡Uy! ¿Somos ajenos a eso? Hay que oír jazz como cualquier otro tipo de música.