Toluca, 11 de mayo.

Un gol que merece quedar en la memoria de los aficionados metió al León en la final del torneo mexicano por segunda vez consecutiva, al conseguir la victoria de 0-1 (0-2 global) ante Toluca, y con la posibilidad de pelear por el bicampeonato cuando se mida al Pachuca.

Carlos Gullit Peña fue el autor de esa obra maestra en el área chica de los choriceros. El seleccionado mexicano culminó una gran jugada, una carambola entre Luis Montes y José María Cárdenas, para que recibiera un pase elíptico que envió con un efecto asombroso directo al ángulo. Un gol que literalmente mató los sueños de los Diablos.

Ese momento del León y el penal que no le señalaron al Toluca encaminó la suerte entre uno y otro. Roberto García Orozco, el árbitro del encuentro, fue recriminado por la afición escarlata, que le dedicó el coro de ratero, ratero, ratero.

Los Diablos estaban obligados a buscar el gol para revertir el 1-0 del duelo de ida, por lo que en los primeros minutos salieron en desbandada ofensiva. Pero el León no se dejó intimidar por los locales y, tras resistir los embates, se restructuró como un equipo ambicioso y frontal. Con sencillez y facilidad, producto de su alto rendimiento individual y colectivo, los Esmeraldas fueron más incisivos, aunque les faltaba la precisión para hacerse notar en el marcador.

En tropel, los visitantes desfilaron por el área del portero Alfredo Talavera, sin fortuna; primero Mauro Boselli con dos remates de cabeza, luego Gullit Peña, Luis Montes Franco Arizala y José María Cárdenas, pero nada. Apenas para subir el voltaje a la emoción, aunque sin éxito.

Sale Sinha

Con el inicio del segundo tiempo salió el creativo Antonio Naelson Sinha para dar paso al paraguayo Pablo Velázquez, con lo cual Toluca ganó fuerza al ataque, tanto que Carlos Esquivel superó a un defensa, luego a otro y recibió falta en el área. Era un claro penal, pero el árbitro Roberto García Orozco consideró que Esquivel se dejó caer y dramatizó una jugada que vio legal, por lo que no sólo no señaló la pena máxima, sino que además lo amonestó. Entonces se escuchó el coro de los aficionados: Ratero, ratero, ratero.

La respuesta del León fue casi inmediata con la anotación de Gullit Peña, para conseguir el 0-1 en el juego y 0-2 en el marcador global, al minuto 51.

Todo parecía sentenciado en el camino a la final, así como en la lucha por el bicampeonato de los Esmeraldas, que después de derrumbar al superlíder Cruz Azul, ahora hizo lo mismo con el segundo mejor equipo de la campaña regular.

Los minutos empezaron a transcurrir vertiginosamente para los de casa, con la necesidad de hacer tres goles para arrebatar el boleto a La Fiera. En el minuto 69 Esquivel estrelló un potente disparo en el travesaño, y un minuto después Brizuela tuvo una oportunidad, pero su intento terminó en las manos del arquero William Yarbrough.

Velázquez todavía hizo el esfuerzo por acortar distancia, pero no fue su liguilla ni su torneo, y aunque los Diablos Rojos buscaron por todos los frentes, el tiempo se consumió y La Fiera también los devoró.

Al terminar el partido, el técnico paraguayo José Saturnino Cardozo dijo que el Toluca dio lástima porque ni siquiera metió las manos ante León, que desde su parecer ganó con facilidad.

Antes que nada, quiero felicitar al rival porque ganó bien, inició Cardozo la conferencia de prensa en el estadio Nemesio Diez.

No fuimos dignos de una semifinal. El responsable soy yo y quiero dar disculpas a la afición, a la gente que realmente quiere al Toluca, al dueño y a la directiva, porque dimos lástima.

Por su parte, el estratega del León, Gustavo Matosas, celebró la calidad y el carácter de sus jugadores porque eso fue lo que los metió a la final.

León es un equipo que corre, lucha, está dispuesto a sufrir y a jugar bien, que es el mejor camino para vencer, y respeta a todos los rivales. Simplemente, es un equipo que tiene extraordinarios jugadores y me toca a mí dirigirlos, resumió el entrenador.