En la víspera de la visita del jefe de la diplomacia estadunidense, John Kerry, a México, la agrupación Movimiento Binacional Migrantes Aztlán exigió ayer un al­to a las deportaciones y a las redadas en Estados Unidos, pues violan los derechos humanos elementales al separar familias.

En entrevista, María García, presidenta y fundadora de dicha organización comentó que mientras no haya reforma migratoria deben deternerse las deportaciones y redadas, porque esas acciones separan a hijos de sus padres, lo cual es un hecho reprobable; añadió que lamentablemente en las administraciones del presidente Barack Obama se ha registrado la mayor cantidad de expulsiones.

Obama es uno de los presidentes en los que nosotros, la comunidad mexicana, teníamos fe en que tenía sensibilidad. Vengo de Chicago; él estuvo con nosotros allí y se unió a las causas de la comunidad y nos dio la esperanza de que iba a comprender el sentido humano de estas deportaciones, pero, gran equivocación: Obama tiene la etiqueta de ser el presidente que más deportaciones ha hecho en toda la historia de Estados Unidos. En sus mandatos han sido expulsados más o menos medio millón de migrantes.

García dijo que no sólo el gobierno de Obama está en deuda con los migrantes al no impulsar la reforma migratoria, sino también el gobierno mexicano.El gobierno mexicano ha sido omiso ante toda la violación de los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos y también en sus intentos de cruzar la frontera.

Indicó que también en las administraciones del demócrata Obama se ha intentado sellar el muro fronterizo con tecnología de punta, propia de un “territorio en guerra, con sensores de calor, de movimiento y con drones, pero el hambre es más fuerte y la migración seguirá adelante. La única forma de frenarla es activando la economía de los países expulsores, porque lo que incita la migración es la falta empleo, de alimento y de oportunidades. Nadie viaja en la bestia por gusto, nadie arriesga su vida por gusto ni nadie deja a su padre o madre por gusto”.