Madrid, 10 de junio.

En su último día de visita de Estado a España, el presidente Enrique Peña Nieto utilizó la tribuna del Congreso de los Diputados para reconocer a los partidos políticos que han hecho posible la transformación de México.

Así, cuando en el país se discuten las leyes secundarias en materias energética y de telecomunicaciones, el mandatario exaltó también la responsabilidad del Poder Legislativo para hacer realidad los cambios al marco jurídico institucional, tan necesarios para el desarrollo de la nación.

En Las Cortes, donde se hicieron presentes la mayoría de los 350 diputados y 212 senadores, Peña Nieto volvió a referirse a los Pactos de la Moncloa como el referente para suscribir el Pacto por México, que se tradujo en una amplia agenda de reformas transformadoras.

Mencionó al PRI, al PAN y al PRD como destinatarios de su público reconocimiento por haber asumido el compromiso de sentar las bases para transformar al país. Partidos y legisladores mostraron valor y madurez política para, en un ambiente de libertad y pluralidad democrática, privilegiar las coincidencias para lograr acuerdos fundamentales.

Este miércoles el jefe del Ejecutivo estuvo en el Monumento a la Patria, erigido en honor de los mártires del 2 de mayo de 1808. Depositó una ofrenda floral y recibió todo el ceremonial de honor de parte de militares.

De ahí se trasladó al Palacio de la Moncloa, donde fue recibido, tuvo sesiones de trabajo y almorzó con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

Por la tarde, siempre a bordo del Rolls Royce propiedad del patrimonio nacional y destinado por el gobierno ibérico para los mandatarios en visita de Estado, Peña Nieto llegó al histórico edificio de Las Cortes. Fue recibido por los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, respectivamente, quienes como parte de las costumbres establecidas le impusieron las medallas del Poder Legislativo.

Luego de recibir elogios a los cambios impulsados en México, el mandatario tuvo palabras de recuerdo y de homenaje hacia el ex presidente español Adolfo Suárez, artífice de la transición a la democracia que murió el pasado 23 de marzo a los 81 años.

Suárez “fue un político visionario, reflexivo y comprometido con su país, uno de aquellos que dejan huella indeleble en la historia de los pueblos’’, dijo. Además destacó su vocación por el diálogo, lo que le permitió alcanzar los acuerdos necesarios con las fuerzas políticas para sentar las bases del actual modelo democrático de España.

Como lo hizo prácticamente en todos los escenarios donde se presentó en estos días, el presidente de México elogió las políticas reformistas de su homólogo español Mariano Rajoy –presente en esta ceremonia–, por las cuales ya se vislumbra, según él, la salida de la crisis.

Desde el otro lado del Atlántico vemos con satisfacción que la situación económica de España está mejorando de manera gradual y firme. Así como España está cambiando para superar sus desafíos, México también se está transformando para pasar de un bajo crecimiento inercial a una nueva etapa de desarrollo acelerado y sostenido, afirmó.

El momento más aplaudido del discurso del jefe del Ejecutivo fue cuando recordó las palabras que pronunció el escritor veracruzano Sergio Pitol cuando recibió el premio Cervantes en 2005: el exilio español enriqueció de una manera notable a la cultura mexicana. Las universidades, las editoriales, las revistas, los suplementos culturales, el teatro, el cine, la ciencia y la arquitectura se renovaron...

Al retirarse de Las Cortes, Peña Nieto saludó al personal de la embajada de México en Madrid, la cual se ubica precisamente enfrente.

Por último, en el Palacio del Pardo, el gobierno mexicano ofreció una cena a sus anfitriones.

Por la noche, tiempo local, voló de regreso a México.