Miércoles 18 de junio de 2014, p. 38
La intrusión a una red inalámbrica casera o WiFi, generada por una configuración errónea, equivale a entregar las llaves de la casa
a un ladrón, asegura la firma de seguridad informática Check Point.
Así como las redes inalámbricas caseras pueden ofrecer la libertad de acceder a datos en línea sin ataduras a una conexión física, si se configura erróneamente esa misma red inalámbrica de área local (WLAN) da esa oportunidad a un atacante
, advierte.
Check Point enfatiza que configurar el ruteador y dejar la clave por omisión de la cuenta del administrador es lo que en términos técnicos se considera muy mala idea.
Las configuraciones por omisión de la cuenta huésped se deben cambiar; el siguiente paso es inventar una contraseña para remplazar la que se acaba de quitar, ésta tiene que ser fuerte mezclando letras y números para que no sea una palabra que se pueda adivinar
.
Para evitar que la red WiFi del hogar sea violada, es fundamental modificar el nombre público de la red inalámbrica, o sea, el identificador de conjunto de servicio (SSID, por sus siglas en inglés), ya que es común que los fabricantes utilicen los mismos SSID para todos sus productos.