Viernes 20 de junio de 2014, p. 11
La reforma político-electoral no debe interpretarse como un atentado al federalismo, sino como una serie de disposiciones complejas de instrumentar y difíciles de operar, pero que respetan el pacto federal y promueven una lógica de homogeneidad y estandarización de los comicios, afirmó ayer el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.
De la manera en que se interprete el alcance de las modificaciones legislativas dependerá que éstas se traduzcan en la consolidación y el fortalecimiento de un sistema electoral nacional, puntualizó.
Insistió en que la reforma no pretende colocar al INE en una situación de jerarquía en relación con los organismos públicos locales electorales (Oples), sino como una autoridad que ejerce una función de coordinación y, en algunos casos, de rectoría.
El consejero presidente recordó que la nueva legislación otorga al instituto la posibilidad de atraer las elecciones locales, pero una adecuada lectura de esta norma hace de esa una atribución excepcional y extrema.
No estoy convencido de que la reforma constitucional deba leerse en el sentido de que estas atribuciones para el INE son parte del paisaje ordinario y de normalidad institucional
, manifestó Córdova.