Para superar el retraso en infraestructura que padece el país, acentuado desde los años 70, México tendría que invertir alrededor de 71 mil millones de dólares anuales hasta 2025, sostuvo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En su análisis semanal, el organismo señaló que, según algunas estimaciones, el rezago en la materia puede ubicarse en alrededor de 14 por ciento del PIB, en función de lo que sería un capital de infraestructura adecuado para el tamaño de nuestra economía y la relación promedio existente en países desarrollados y emergentes.

Puso de ejemplo que mientras Estados Unidos tiene cerca de 245 mil kilómetros construidos de oleoductos, México cuenta con poco más de 15 mil y en gasoductos, la diferencia es de casi 500 mil kilómetros.

Detalló que en otros rubros de infraestructura las brechas son igualmente dramáticas, pues la diferencia entre el número de vuelos entre México y Estados Unidos es de 24 veces, y en abonados a Internet por banda ancha, casi del triple.

En líneas férreas, añadió, el kilometraje permanece estancado en México, y es casi 10 veces menor al de Estados Unidos, lo mismo que en puertos marítimos sector en el que México muestra signos de saturación y un lento desarrollo de opciones.

Sólo contamos con uno considerado grande, mientras una economía exportadora de nuestro calibre, como Corea del Sur, tiene siete puertos de esas dimensiones, y mueve cinco veces más contenedores por barco que nosotros, lamentó.

El análisis del CCE señala que si bien la mayoría del comercio exterior de México se realiza por vía terrestre, también en ese caso existe rezago importante en infraestructura logística fronteriza, pues la densidad de carreteras mexicanas es casi cuatro veces inferior a la de China, y más de seis veces menor que la de Estados Unidos.

Señaló que mientras más de 80 por ciento de las carreteras en Corea del Sur están pavimentadas, en México, las que están en esas condiciones, no llegan a 40 por ciento.

Los rezagos en materia de infraestructura, advirtió el organismo, menoscaban en forma determinante la competitividad del país, la productividad relativa de sus factores de la producción y la eficiencia e integración de mercados.

Por ello sostuvo que es necesario extender el Programa Sexenal de Infraestructura a un plazo más amplio, hacia 2030, con el objetivo de multiplicar la infraestructura actual, poniendo como ejes del proyecto la conectividad y accesibilidad para todos los agentes económicos y todos los ciudadanos, tanto en términos de formatos como de costos adecuados.

De lo que se trata es de vincular eficientemente al mercado interno, hacia adentro y con el mundo, lo mismo para efectos de consumo que de producción, pero también de la movilidad de las personas, indicó.