La economía sólo crecerá con certezas en las instituciones, dice
Miércoles 9 de julio de 2014, p. 27
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) instó a los tres niveles de gobierno, a los poderes Legislativo y Judicial a recuperar la confianza de los ciudadanos, empresarios e inversionistas, porque es una condición indispensable no sólo para la convivencia, sino para contar con más empresas y mejores empleos que permitan reducir la desigualdad social y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
El presidente de la Coparmex, Juan Pablo Castañón, señaló que en México sólo cuatro de cada 10 ciudadanos que han sido víctimas de un delito presentan una denuncia, como indica el Informe país sobre calidad de la ciudadanía del Instituto Nacional Electoral.
Los mexicanos que optaron por no denunciar explican sus razones en los siguientes términos: 63 por ciento porque consideran que no sirve de nada; 52 por ciento porque desconfían de las autoridades; 40 por ciento argumenta malas experiencias al denunciar, y 32 por ciento porque toma mucho tiempo.
El común denominador es la falta de confianza en las instituciones y los gobiernos. Es claro que esto debe ser una llamada de atención urgente para mejorar su desempeño y la percepción de los ciudadanos acerca de sus gestiones
.
Aseguró que para poder invertir y hacer crecer la economía, los empresarios quieren tener la certeza de que las instituciones funcionan de manera eficaz y que hay juego limpio, que no cambiarán las reglas arbitrariamente, que en todos los órdenes de gobierno se abrirán licitaciones transparentes.
México ocupa el lugar 55 de 144 economías en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial. Si la competitividad es la capacidad de los países para atraer inversiones a partir de la confianza que se genera en los agentes económicos, debemos preguntarnos cuántas posiciones podría remontar México, o cuánta confianza podría generar a los inversionistas, si fuera capaz de fortalecer el estado de derecho y las instituciones que de él dependen
, cuestionó Castañón.