El sentido de las votaciones del PRD en la Cámara de Diputados ha estado sujeto a un conflicto entre las corrientes partidistas, y en la reforma más reciente en materia de telecomunicaciones continuó influyendo la disputa por ver cuál de los grupos continúa la interlocución con el gobierno federal, señalaron legisladores de Nueva Izquierda (NI).

Los diputados consultados explicaron que, en efecto, sí se siguió la línea de la dirigencia nacional del PRD, pero el senador Miguel Barbosa buscó que otro sector votara en favor de la legislación secundaria, porque está en el papel de cumplir sus compromisos con Peña Nieto y de asumirse como interlocutor exclusivo con Los Pinos, como quedó demostrado en el correo electrónico que le envió la semana pasada el asesor jurídico de Presidencia, Humberto Castillejos.

También informaron que el vocero de la bancada, Carlos Reyes Gámiz, planteó votar en favor de la ley, pero cambió el sentido de su voto a cambio de que únicamente se le permitiera fijar la postura del grupo en tribuna, en nombre de su corriente, Alianza Democrática Nacional (ADN).

Llegó un momento en el que, todavía dentro del Pacto por México, todos querían encabezar la interlocución con el gobierno federal, señalaron.

El lunes pasado, durante una reunión de la mesa directiva del grupo parlamentario, y un día después, el PRD discutió el sentido en que votaría durante la sesión extraordinaria en la que finalmente se aprobó la legislación secundaria de telecomunicaciones.

Para facilitar la intervención de Reyes Gámiz, precisaron, los chuchos tuvieron que eliminar de la lista de oradores a Alfa Eliana González, y eso permitió, agregaron, que un grupo de perredistas también subiera a tribuna con una manta en la que se leía: ¿Reforma democrática de Telecom? ¡Pamplinas! Los poderes fácticos los doblaron. ¡Vendidos!

Los diputados de NI reconocieron que el pleito en el PRD no es por el contenido de las reformas, sino por ver quién manda y decide en las posiciones del partido.

También revelaron que sí había un acuerdo con el presidente del PAN, Gustavo Madero, para que éste obligara a los senadores y diputados del blanquiazul a rechazar la reforma.

El primer fracaso de Madero es en el Senado, pero en la Cámara de Diputados les dio manga ancha y colaboraron con el PRI, expresaron.

Acerca del conflicto con Televisa, precisaron que la campaña en los noticiarios de Emilio Azcárraga se reduce a que querían que la izquierda legitimara la reforma, no porque les faltaran votos, pero no es lo mismo que sólo la aprobaran (diputados) de PRI y PVEM.