ciertas circunstancias que no fueron bien resueltasen La Esmeralda
Lunes 14 de julio de 2014, p. a11
Desde su llegada en 1994 al Centro Nacional de las Artes (Cenart), profesores y alumnos de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda hicieron pública su molestia por las inadecuadas instalaciones del edificio que les tocó ocupar.
Si bien reconocieron que se trata de un inmueble muy bello, diseñado por Ricardo Legorreta, los salones de dibujo sombríos, los talleres de grabado con poca ventilación ante el uso de fuertes solventes y tintas, además de tarjas poco prácticas, entre otros aspectos, entorpecieron y continúan siendo una incomodidad para el trabajo académico.
Efectivamente, hay ciertas circunstancias en La Esmeralda que no fueron bien resueltas
, reconoció, en entrevista con La Jornada, Jorge S. Gutiérrez, subdirector general de Educación e Investigación Artísticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
La escuela está ubicada en una superficie de 5 mil 802 metros cuadrados, consta de un edificio de planta rectangular, erigido sobre una estructura de concreto armado, con bóvedas de ladrillo recocido en el techo.
El funcionario explicó que siempre hay que trabajar de la mano, cuando se hace un proyecto arquitectónico, con los usuarios, para conciliar el uso con la estética. Ahora, estamos buscando en La Esmeralda atender esas particularidades; todo eso lleva un costo. Lo estamos haciendo de manera progresiva
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En 2013, el INBA invirtió 30 millones de pesos en sus escuelas de arte, en mantenimiento y equipamiento, continuó, tanto en La Esmeralda como en otras escuelas que también tienen el problema de que sus instalaciones no son exactamente las que se necesitan, estamos invirtiendo, precisamente, para mejorarlas y adaptarlas a sus necesidades reales; es un trabajo permanente
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Gutiérrez informó que la Fundación INBA, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabaja en el proyecto INBA Sustentable que consiste en ahorrar energía y optimizar el manejo de residuos tóxicos: “Estamos remplazado los focos normales por ahorradores y luminarias de Led. El año pasado ahorramos millón y medio de pesos en tres escuelas.
En La Esmeralda, la escuela de Artesanías y la de Laudería de Querétaro vamos a sustituir algunas de las sustancias tóxicas que utilizan por otras que sirvan, pero que sean, en lo posible, menos contaminantes. También hemos trabajado en la instalación de regaderas de emergencia. El reto es que para el próximo año todas nuestras escuelas de arte sean ciento por ciento seguras y sustentables
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