Mesa en La Habana busca poner fin a un conflicto de medio siglo
Viernes 18 de julio de 2014, p. 31
Bogotá, 17 de julio.
El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron este jueves un acuerdo para que las víctimas del conflicto armado participen en los diálogos de paz en La Habana a partir del 16 de agosto, e invitaron a los obispos católicos a acompañar el proceso.
Las delegaciones del gobierno y de las FARC acordamos los mecanismos de participación directa de las víctimas del conflicto interno en la mesa de conversaciones de La Habana y reconocemos que su voz será un insumo fundamental en las discusiones sobre este punto
, dijeron en un comunicado conjunto al cierre de una reunión de tres días.
El tema de reparación a víctimas es uno de los puntos más complejos de la agenda destinada a poner fin al conflicto de medio siglo, que ha dejado 220 mil muertos y más de 5 millones de desplazados por la violencia.
Las delegaciones de las FARC y del gobierno iniciarán la discución de este tema en el próximo ciclo de pláticas que arranca el 12 de agosto, cinco días después de la investidura de Juan Manuel Santos para un nuevo periodo de gobierno de cuatro años, durante el cual el presidente confía en sellar la paz con las FARC.
La primera delegación de las víctimas tendrá su participación en las pláticas el 16 de agosto, con plena autonomía para exponer sus puntos de vista. La mesa se compromete a tomar atenta nota de los enfoques y propuestas formuladas a fin de contribuir a garantizar de la mejor manera la materialización de los derechos de las víctimas
, añadió el texto.
Durante la reunión que concluyó hoy, las partes se abocaron a definir el cronograma y la forma de participación de las víctimas en el diálogo, iniciado en noviembre de 2012 y durante el cual se han consensuado tres de los seis puntos de la agenda: reforma rural, participación política y drogas ilícitas.
La organización y selección de las delegaciones de las víctimas estarán a cargo de la Organización de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, en consulta con diferentes asociaciones.
Las partes aclararon que los miembros de las delegaciones deberán ser víctimas directas del conflicto y participarán en esa condición y no en representación de otros
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