Las industrias eléctrica y geotérmica serán reguladas por una fórmula de asociación entre el Estado y la iniciativa privada que incorporará, de parte de los particulares, ‘‘tecnología, experiencia y mejoramiento de las redes generales de distribución, con el fin de reducir pérdidas y mejorar la eficiencia del sistema’’, sostienen los argumentos contenidos en los dictámenes de ambas leyes, aprobados por la Cámara de Diputados.

El documento avalado ayer en San Lázaro por los grupos parlamentarios de PRI, PAN, PVEM y Panal, forma parte del paquete de leyes más relevantes y a la vez más cuestionadas de los últimos 20 años. Tocó el turno a las leyes de la Industria Eléctrica, de Energía Geotérmica y modificaciones a la actual legislación de Aguas Nacionales.

Así, la reforma mantiene como eje del sistema eléctrico nacional a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para que por medio de ella el Estado mantenga bajo su control los activos necesarios para la operación de la industria. ‘‘Para ello se transforma a este organismo en empresa productiva del Estado, bajo cuya figura deberá competir en los mercados de generación y suministro, y pueda al mismo tiempo llevar a cabo con mayor eficiencia el servicio público de trasmisión y distribución’’.

Los senadores y diputados que elaboraron los dictámenes incluyeron en su exposición de motivos la obligación del Estado para conservar la exclusividad en la planeación y el control del sistema eléctrico nacional.

De esa forma se abre el resto de las actividades de la industria eléctrica a la participación privada, bajo la consideración de que la participación conjunta de particulares y el Estado en su desarrollo (...) habrá de incrementar su productividad.

Para los grandes usuarios se creó una figura aplicable a quienes consuman más allá de un umbral que habrá de establecer la Secretaría de Energía, y que se aplicará también a los que actualmente se suministran bajo las modalidades de autoabastecimiento, cogeneración o importación, conocidos como ‘‘calificados’’. Éstos podrían administrar su suministro activamente mediante su registro como participantes en el mercado. Es decir, adquirirán su energía mediante contratos celebrados con las empresas en el mercado eléctrico, el cual estará operado por el centro nacional para el control de energía (Cenace).

Por lo que hace a la Ley de Energía Geotérmica, se aceptó otorgar registros mediante los cuales se faculte a la CFE, a los particulares o a las empresas públicas productivas del Estado, a realizar trabajos de reconocimiento en el territorio nacional, como actividad previa a la exploración de áreas geotérmicas.

Mediante la figura de las concesiones, la CFE, las demás empresas productivas del Estado y los particulares podrán realizar trabajos de exploración en este rubro. Los títulos de concesión tendrán un periodo de vigencia de 30 años prorrogables.