Barcelona, 18 de agosto.

Con la mirada puesta en las sonadas contrataciones de figuras como James Rodríguez, Toni Kroos y Raúl Jiménez, Real Madrid y Atlético de Madrid se juegan esta semana la Supercopa de España –ida el martes en el estadio Santiago Bernabéu y vuelta el viernes en el Vicente Calderón–, en el primer encuentro de los dos equipos de la capital ibérica tras el choque decisivo de la Liga de Campeones.

Aquella final del pasado 24 de mayo la ganaron los merengues 4-1 en la prórroga, forzada a un minuto y medio del tiempo reglamentario, cuando el Atlético no pudo aguantar su ventaja de 1-0.

Los blancos disputan la Supercopa en calidad de campeones de la Copa del Rey, mientras el Atlético la alcanza al haber conquistado la liga, competición que los nueve años previos se habían repartido el Madrid y el Barcelona.

Para el Atlético se trata del primer partido oficial de la presente temporada antes del inicio del campeonato, el próximo sábado, y también de una excelente oportunidad para medir su fortaleza tras las múltiples bajas en el plantel.

El Madrid, cuyo potencial se antoja descomunal tras el fichaje del arquero costarricense Keylor Navas, el alemán campeón del mundo Kroos y el estelar colombiano James Rodríguez, ya consiguió el primer trofeo del curso al derrotar 2-0 al Sevilla el pasado martes en la final de la Supercopa de Europa, con dos goles de Cristiano Ronaldo.

El gran propósito del año para la entidad merengue es celebrar el triplete, que incluye liga, Champions y Copa del Rey, aunque el sueño sería la perfección: conseguir los seis títulos en disputa.

Llevarse la Supercopa doméstica pondría en dos de dos al cuadro de Carlo Ancelotti, quien anunció que el español Iker Casillas ocupará el arco en lugar de Navas, pese a que el tico lució buena mano en el pasado amistoso de los merengues: una derrota 2-1 el sábado ante Fiorentina.

Jugará Iker. Para (el partido de vuelta) el viernes puede haber cambios, pero ahora no pienso en ello, dijo el lunes Ancelotti, quien descartó ser favoritos y señaló que el choque en el estadio Vicente Calderón será decisivo. Además, elogió a James. No le está faltando nada. Ha cambiado de equipo, compañeros y entrenador. Estamos satisfechos con lo que está haciendo. No vamos a pedirle más, puntualizó.

El argentino Diego Simeone, entrenador de los colchoneros, quiso restar trascendencia al rencuentro con el máximo rival, aunque sin dejar de competir por un nuevo título que engrosaría su palmarés a cinco trofeos desde que firmó con el Atlético, en diciembre de 2011.

El Madrid mejoró respecto al del año pasado con Kroos, y (Gareth) Bale está mucho mejor, comentó Simeone, mientras el capitán colchonero Gabi Fernández explicó: “Nuestra idea de juego es la del año pasado: defender bien y contratacar. No tenemos sentimientos de revancha por la Champions, pero sí ganas de ganar un título”.