Los llaman Héroes por la Vida
Jueves 21 de agosto de 2014, p. 41
Sophia tenía tres años cuando fue víctima de un ataque que le quitó la vida a ella y su mamá. También iba su hermana, entonces de nueve años, quien también salió lesionada. Así lo constata la cicatriz en su rostro. Ayer, esta pequeña recibió en nombre de su familia, el reconocimiento Héroes por la Vida, debido a que aceptaron donar las córneas y riñones de la niña fallecida.
Para Josefina, abuela de las menores, la donación de órganos se volvió algo muy importante porque ante la pérdida de una nieta y su nuera, sentimos que de alguna manera, Sophia sigue viva en otras personas
.
Y la nieta mayor lo corrobora: donar los órganos es dar vida
. Ayer ella fue la única niña que pasó al estrado del auditorio del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez a recibir la estatuilla que les entregó la Fundación Carlos Slim. Otras 16 personas eran adultos, algunos aún afectados por el recuerdo de sus familiares fallecidos y de quienes también aceptaron donar sus órganos.
Nadie está preparado para la muerte de un ser querido, menos para donar
, señaló Ana María; sin embargo, hay que dar lo que ya no nos va a servir y que a otras personas les puede salvar la vida
, señaló al hablar en representación de las familias.
Ella misma señaló que el gobierno ha hecho una gran labor
en esta materia; no obstante, hace falta que las campañas de difusión sean permanentes y masivas para aumentar la cultura de la donación en la sociedad y para que la decisión no recaiga en las familias, sino que todas las personas lo decidan en vida y lo comuniquen.
Si fuéramos los que necesitáramos un órgano, desearíamos que llegara lo más pronto posible
y no siempre es así, señaló la señora, cuya hermana, María Elena, falleció en mayo a causa de la ruptura de un aneurisma.
En México, más de 18 mil personas requieren de un trasplante de órganos, pero al año sólo se realiza una tercera parte de esas cirugías, señala información de la Fundación Carlos Slim y resalta que es previsible el incremento en el número de pacientes que requerirán una cirugía sustitutiva de órganos. Ello por la alta prevalencia de enfermedades como diabetes, hipertensión arterial y obesidad, que alteran y dañan el funcionamiento de órganos como los riñones y el corazón.
Durante la ceremonia, que encabezaron Jimena Serrano de Slim, de la Fundación, y Teresa Corona, directora del INNN, también se entregaron reconocimientos a trabajadores del instituto que participan en las áreas de hospitalización, procuración y donación de órganos, así como a representantes de otros nosocomios que colaboran en esta tarea.