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Putin exige diálogo; Poroshenko, el desarme

Rusia y Ucrania, lejos de un acuerdo para frenar combates
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Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Petro Poroshenko, se reunieron ayer a puerta cerrada en Minsk, capital de Bielorrusia. De acuerdo con un vocero del jefe del Kremlin, en el encuentro se abordaron temas como la crisis política ucrania, la situación humana en el este, la necesidad de pactar un cese del fuego con los separatistas pro rusos y el tránsito de gas hacia EuropaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de agosto de 2014, p. 26

Moscú, 26 de agosto.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Petro Poroshenko, coincidieron este martes en que urge detener los combates en el este de Ucrania entre el ejército y las milicias separatistas, pero –al seguir aferrados a posiciones antagónicas respecto de cómo alcanzar esa meta– no cabe esperar que se logre establecer pronto un alto el fuego.

Mientras Rusia, que insiste en que no es parte del conflicto, quiere que Kiev negocie con los separatistas, Ucrania rechaza esa posibilidad y apuesta por continuar su ofensiva militar hasta que los rebeldes depongan las armas o se acuerde una nueva hoja de ruta para garantizar un cese de hostilidades que se comprometan a respetar las partes enfrentadas.

Así podría resumirse, basándose en lo que ha trascendido, el aspecto más importante del encuentro a puerta cerrada que ambos mandatarios mantuvieron esta noche en la capital de Bielorrusia, Minsk, al término de la reunión tripartita que Ucrania, miembros de la Unión Aduanera encabezada por Rusia y dos representantes de la Unión Europea celebraron para evaluar el impacto económico de la asociación de Kiev con Bruselas.

De hecho, tomando en cuenta que la anterior ocasión que se vieron Putin y Poroshenko, en Normandía, duró menos de diez minutos y en aquella conversación de junio también estuvieron presentes la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, los presidentes ruso y ucranio tuvieron hoy su primer encuentro formal de varias horas de duración.

La amplia agenda de conversación, de acuerdo con el vocero de Putin, Dimitri Peskov, incluyó temas como la crisis política en Ucrania, la terrible situación humanitaria en el este, la necesidad de establecer un alto el fuego, los intercambios económicos y comerciales entre ambos países, el tránsito del gas hacia Europa y los impagos ucranios por el combustible ruso, entre otros.

Antes del encuentro con su homólogo ucranio, en presencia de medios de comunicación, Putin declaró estar convencido de que el conflicto no podrá resolverse mediante el uso de la fuerza, sin tomar en cuenta los intereses vitales de las regiones orientales del país y sin sostener un diálogo pacífico con sus representantes.

En tanto, Poroshenko –que dijo estar dispuesto a escuchar cualquier propuesta para lograr la paz, ya que aquí, en esta reunión de Minsk, se decide el futuro de Europa y del mundo– recordó que está sobre la mesa su iniciativa para facilitar un arreglo político, que incluye una amnistía a los separatistas, el desarme de las milicias rebeldes, el cese del suministro de armas desde territorio ruso y un control efectivo en la frontera ucranio-rusa bajo supervisión internacional, por mencionar los puntos principales.

Horas antes del encuentro en Minsk, las autoridades ucranias anunciaron la detención de diez paracaidistas del ejército ruso y subieron a Internet imágenes y fragmentos de los interrogatorios, en los cuales éstos confirmaron su pertenencia a la división de Pskov de las tropas de desembarco aéreo de Rusia.

Los detenidos, según relataron, iban en dos carros blindados que se rezagaron de una columna de varias decenas de vehículos y, con uniforme de camuflaje y sin distintivos rusos, creían que estaban participando en maniobras hasta que empezaron a dispararles los militares ucranios cerca del poblado de Zerkalny, a más de 20 kilómetros de la frontera, al sureste de la ciudad de Doniestk.

El jefe de su grupo, el teniente Mijail Milenko, huyó y ellos trataron de regresar a una zona controlada por los separatistas cuando los rodearon los militares ucranios y se entregaron.

De manera extraoficial, el ministerio ruso de Defensa, a través de un funcionario anónimo citado por una agencia noticiosa del Estado, confirmó que los detenidos son militares rusos, pero trató de restar importancia a la noticia al sugerir que al parecer, cuando estaban patrullando la frontera, en una parte no señalizada, se adentraron en territorio ucranio por equivocación.

La misma fuente dijo a la agencia que cerca de 500 militares ucranios han entrado en territorio ruso por casualidad y nada ha pasado, los devolvemos sin hacer ruido.