Ciencia, juegos, literatura e industria, entre las áreas en que se utiliza
Consiste en utilizar la tecnología para dar datos que están ante un objeto, paisaje o espacio
Lunes 8 de septiembre de 2014, p. 40
Para miles de usuarios de dispositivos móviles en México, su ciudades ya no son lo que solían ser. Las plazas, los monumentos o el grafiti de la esquina se han convertido en portales a través de los cuales una extraña materia se está infiltrando en el mundo. Mirando a través de un smartphone o una tablet se puede saber, por ejemplo, que el Ángel de la Independencia es uno de estos portales que ha sido capturado por La Resistencia, grupo de agentes que lucha por impedir que esta energía invada el planeta.
Desde luego esto no es realidad, es realidad aumentada, aplicada a un juego llamado Ingress, lanzado a finales de 2013 por Google y que ha sido descargado más de 4 millones de veces en el mundo por jugadores que salen a explorar las calles armados con sus teléfonos con GPS.
La realidad aumentada consiste en utilizar la tecnología para proporcionar información al usuario que se encuentra ante un objeto, paisaje o espacio determinado. Es información extra que se sobrepone a la realidad, no la sustituye.
No sólo sirve para jugar. Por ejemplo, en el Instituto Politécnico Nacional, Gabriel Sepúlveda Cervantes, investigador del Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico en Cómputo (Cidetec), ha diseñado aplicaciones educativas que permiten explorar la anatomía humana con modelos virtuales tridimensionales que flotan sobre los libros de texto.
También ha hecho libros de cuentos. Más bien, cuentos que, vistos a través de un smartphone, parece que se mueven. Es algo semejante a los volúmenes en los que al pasar la página figuras de papel sobresalen del libro, sólo que aquí hay animaciones digitales que parecen estar en el mundo real.
Pero la realidad aumentada es bastante más común que una ficticia lucha global por el destino de la civilización. Esos gráficos blanco con negro llamados códigos QR, que ahora están en las fichas de los museos o la publicidad, son también realidad aumentada. Y no son nada nuevos, pues se crearon en 1994.
Los usos de la realidad aumentada son muchísimos, explica Sepúlveda. En la industria automotriz hay aplicaciones que se instalan en tablets y brindan información sobre las piezas y componentes del vehículo, lo cual facilita su mantenimiento. En medicina se puede emplear también para ver los órganos, como si la piel fuera transparente
. Otro ejemplo del uso de la realidad aumentada serían los lentes Google Glass.
A diferencia de los juegos de video tradicionales, en los que el jugador se introduce a través de la pantalla en un universo virtual donde se desarrolla una trama, en Ingress los elementos del juego se sobreponen al mundo real, o a la realidad real, como dicen en Internet quienes se refieren a ella para diferenciarla de la aumentada.
Hay dos bandos: Los Iluminados, quienes quieren aprovechar el poder que puede conferir esta energía, y La Resistencia, que lucha por proteger y defender a la humanidad de ella.
El objetivo del juego es controlar territorio y para ello hay que dominar portales. Los logros de cada jugador se apuntan al balance global de su facción. Así que si bien uno juega compitiendo en principio con los jugadores locales, las victorias o derrotas se suman al marcador global. Es decir, los compañeros de juego están en todo el mundo y se puede chatear con ellos en tiempo real.
Además, los usuarios pueden consultar el semanal Reporte Ingress. Es una especie de noticiario televisivo, en el que se informa de novedades en la trama del juego o de grandes acontecimientos que suceden en él.
La comunidad de jugadores es grande en México. Según la web del juego hay una treintena de organizaciones de agentes en el país, pero se pueden hallar más si se googlea un poco. Algo muy curioso es que dado que es necesario que a través del GPS del teléfono el juego detecte la presencia del jugador en el portal que se quiere conquistar, hay jugadores y grupos de jugadores que viajan de ciudad en ciudad para intentar controlar mayor territorio y sabotear los avances de los rivales. El juego está disponible para dispositivos Android y, desde julio, también para iPad y iPhone.