El arte es una plataforma para concientizar, pero no hace la revolución: Joaquim Paiva
Hemos perdido mucho con la privatización exagerada que hay en función de los derechos de imagen, expresa a La Jornada
El camino de la autobiografía está presente en mi trabajo
Jueves 18 de septiembre de 2014, p. 4
La fotografía callejera
es un modo de trabajar que le encanta a Joaquim Paiva (Río de Janeiro, 1946).
Tomar la foto sin que las personas se den cuenta y le parece fantástico al fotógrafo y diplomático, para quien hemos perdido mucho con la privatización exagerada que hay en función de los derechos de imagen
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Aunque Paiva no está en contra de esos derechos, cree que un fotógrafo serio y honesto
no haría mal uso de una imagen, aunque reconoce que se trata de un tema polémico y complicado de nuestra actualidad fotográfica
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Defensor de la cultura
Paiva estuvo en México recientemente para presentar instantánea: recuerdo de Brasilia, libro bilingüe (español/portugués), publicado por el Centro de la Imagen, surgido después del homenaje que Fotoseptiembre rindió a Brasil en 2011, aunque su proyecto ya existía. En esa ocasión el fotógrafo expuso 140 imágenes en ese recinto, pero el volumen incluye muchas más.
instantánea... es un homenaje tanto a la capital de Brasil y sus pobladores, como a la misma fotografía. Paiva ha vivido en Brasilia en cuatro ocasiones hasta sumar 20 años. Incluso acompañó y trabajó en el proceso que llevó al reconocimiento del plan piloto de la ciudad como primer bien contemporáneo del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Cualquiera que ve el volumen, sobre todo si está vinculado al arte de la cámara, podrá darse cuenta que se trata de un autor apasionado por la fotografía y capaz de narrar algo con las imágenes
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En el caso de Paiva la pregunta obligada es ¿qué vino primero, la fotografía o la diplomacia? “Siempre me han interesado la literatura y los idiomas que estudié en Brasil, a la vez que quería viajar por el mundo; entonces, aún no cumplía 20 años pero veía que la carrera diplomática ofrecía lo que buscaba, y así fue. En el mismo año que me gradué como diplomático, empecé con la fotografía.
Soy de una generación en cuyos países latinoamericanos había en los años 60 y 70 del siglo pasado un movimiento en favor de nuestras naciones y raíces. Entonces, siempre he sido un gran defensor de la cultura de mi país, como de los otros, fuera de los centros hegemónicos
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El entrevistado se refiere a lo suyo como una fotografía documental, pero llena de invención e imaginación. No es un trabajo de encargo, entonces tengo mucha libertad. Es un trabajo en que aparezco como artista, mi rostro, mi persona. En mi trabajo personal como fotógrafo siempre he dado importancia a mi presencia porque considero, al igual que muchos artistas, que es una autobiografía de alguna manera, como lo es en gran parte lo que hacen los escritores y poetas. Entonces, el camino de la autobiografía está muy presente en mi trabajo
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Los artistas son heraldos
Joaquim Paiva es coleccionista y posee unas 2 mil 800 imágenes, de la autoría de unos 350 fotógrafos, tanto brasileños como de otras nacionalidades. Ya ha donado dos terceras partes de ese acervo al Museo de Arte Moderno, de Río de Janeiro.
Todo empezó en su primer destino como diplomático, Ottawa, Canadá, y darse cuenta que “los brasileños teníamos una producción que rebasaba la fotografía documental, de denuncia. Entonces empecé a coleccionar fotos de autor para los que el tema no era comprometerse con la fotografía para probar una situación necesariamente política, a pesar de que la mayor parte de los artistas, yo mismo, sabemos que el arte es una plataforma de concientización también, pero no es proselitismo, no es revolución.
La revolución puede ser estética, de ideas, de desequilibrar lo que las personas piensan; ese es el papel que toca al artista. Tener el coraje de ver el mundo de otra manera, de proponer un camino distinto. Los artistas de algún modo son como heraldos, es decir, tienen la capacidad de ver más adelante y anticipar.