La estrategia para abatir el sobrepeso y la obesidad en México no debe minimizar la importancia del control del tabaquismo, problema grave identificado como el principal factor de riesgo de enfermedades como cáncer, el cual se puede prevenir, afirmó Juan Zinser, investigador del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

Advirtió que últimamente se da mayor difusión al tema del sobrepeso y la obesidad, lo que a la industria tabacalera le viene muy bien, pero se trata de una enfermedad –la adicción de fumar– que mata a la mitad de sus usuarios, apuntó.

El especialista participó ayer en el simposio Avances en investigación y lucha contra el cáncer, donde llamó la atención sobre la importancia de reforzar la política antitabaquismo, en particular la actualización de la Ley General para el Control del Tabaco.

Sobre todo, agregó, porque las campañas para desalentar el consumo carece de riesgos. A los fumadores no les pasa nada con que dejen el cigarro, y en cambio obtienen beneficios, a diferencia de la estrategia contra la obesidad, donde se debe tener cuidado porque la mala información puede llevar a las personas a la desnutrición o a trastornos alimenticios.

Zinser refirió los datos de una investigación, según los cuales entre 25 y 30 por ciento de los individuos que buscan bajar de peso caen en una dieta patológica, y de éstos, en 8 por ciento se complica con un trastorno de alimentación.

Respecto del tabaquismo, enfatizó que los mensajes deberían resaltar que se trata de una enfermedad y tomar en cuenta que los fumadores no perciben el riesgo que representa para su salud y la de las personas que los rodean.

El investigador también mencionó que en la política contra esa adicción, uno de los sectores más vulnerables son los adolescentes. Otro estudio documentó que 10 por ciento de los jóvenes que empiezan a fumar se harán adictos desde el primer cigarro que consuman.